Los commodities y el tipo de cambio

En los primeros cuatro meses de 2009 los precios de las principales commodities agropecuarias mostraron una fuerte recuperación. Según se reseña en un reciente informe de la liberal Fundación Mediterránea en el primer cuatrimestre los precios promedio mensuales del trigo, el maíz y la soja aumentaron el 19,4, 17,1 y 16,1 por ciento, respectivamente. Los precios siguieron creciendo en mayo. Si se mide entre puntas, desde los pisos de mediados de diciembre hasta el 26 de mayo último, la soja se incrementó el 43,6 por ciento, el trigo el 23,1 y el maíz el 46,8. Estas fuertes subas corresponden a las cotizaciones en dólares. Al diferencial de precios en moneda dura debe sumarse la recuperación cambiaria, con una devaluación del peso de más del 20 por ciento. Sólo la saña divina, que se transmitió en sequía y el consecuente desplome de los rindes, explica que los empresarios del campo no hayan recuperado el buen humor.

Las mejoras de los precios promedio mensuales son en relación a diciembre de 2008, cuando las cotizaciones expresaron al máximo la crisis internacional. Desde entonces la soja, que tocó los 335 dólares la tonelada FOB en puertos argentinos (lo que supone restar al valor internacional el efecto de la concentración del comercio exterior), se revaluó hasta llegar cerca de los 390 dólares, el trigo llega a los 210 y el maíz a los 165 dólares (valores promedio para abril). En diciembre pasado estos precios eran de 335, 175 y 140 dólares. En marzo de 2008, cuando comenzó la protesta del agro contra el intento de establecer retenciones móviles, la soja cotizaba a 514 dólares, el trigo a 347 y el maíz a 217, valores muy superiores a los actuales pero que reflejaban también un comportamiento ajeno al sector.

A sabiendas de la inminencia de la crisis, el capital financiero internacional se resguardó primero en los mercados de commodities, empujando las cotizaciones a techos históricos, para luego salir y refugiarse en el dólar, lo que desplomó los mercados abandonados y revaluó la divisa estadounidense. Lo que hoy se observa es en realidad un regreso a los precios de la primera mitad de 2007, niveles que expresan más las relaciones reales entre oferta y demanda, que las especulaciones financieras, tanto las alzas desmesuradas, como los desplomes de la crisis.

La recuperación en lo que va del año refleja también otro factor que, si no fuese por la idiosincrasia sectorial y el microclima político, también debería contentar a los empresarios agrarios: en el mundo, el producto que ellos ofrecen presenta demandas relativamente inelásticas. Los requerimientos mundiales de alimentos, tanto para consumirlos como tales como para biocombustibles, se mantendrán en alza. Para el campo, la crisis internacional puede haber sido dura, pero a juzgar por las cotizaciones, terminó.

Para el sector pecuario, en cambio, la evolución no muestra la misma tendencia. La tonelada de carne de res que en mayo de 2008 llegó a los 5603 dólares FOB tocó un piso de 2533 dólares en febrero de 2009 y cotizó a 2657 dólares en abril último, esto es; menos de la mitad que su nivel más alto, pero aproximadamente lo mismo que a fines de 2007. Nótese que frente a estas grandes variaciones el efecto de los tributos a la exportación resulta marginal. Los problemas sectoriales, una vez más, responden a la evolución de los mercados internacionales y a las rentabilidades relativas frente a la producción de oleaginosas.

Una situación similar a la de la carne vacuna se vive en el mercado lácteo. El valor internacional de la leche en polvo era, según el Departamento de Agricultura estadounidense (USDA), de 4750 dólares en marzo de 2008 y de 1850 en febrero pasado. Si los precios internos reflejasen los externos, el valor recibido por los productores primarios debería haber caído a la mitad.

Nos vemos


Fuente: CASH

Comentarios

Mario Paulela ha dicho que…
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Mario Paulela ha dicho que…
Mirando esta muy buena data que publicás, Claudio, pensaba en la aparición de anoche de Binner en Tres Poderes. Una ensalada en la quedó patente la mezcla de su inocultable situación de lobbysta sojero, junto con algunas declamaciones de generalidad democrática que no convencen a nadie. Incluso una pregunta de Rozín (rosarino al fin) lo descolocó al contraponer su teórico "socialismo" con la situación de pedir la eliminación de las retenciones a las exportaciones de grano, algo que no pudo contestar, yéndose por las ramas. Qué poquito, no?
Saludos
Mario