Con quienes quedarse
Escribe Eduardo Aliverti Todos hablan de un clima de violencia. Y hasta de “anarquía”. Sea porque los medios espejan el humor colectivo o porque lo producen (el periodista insiste en creer que se trata de una simbiosis), no se debe caer en la extravagancia de ignorar el tema. Una primera visión es sobre los hechos en sí mismos, que dejan mucha tela para cortar en su proyección ideológica aunque ésta, después, quede encerrada a su vez en una mucho mayor. Los episodios que encabezan esa traza de estado de ánimo son el conflicto de los trabajadores del subte y la renovación de las protestas piqueteras. La suma de ambos fue el combustible que hizo estallar los nervios de clase media, y bastante para arriba más otro poco para abajo. Un primer dato es que los avatares se circunscriben a las dificultades de transporte público en Capital y conurbano bonaerense; de modo que, por lo pronto, no es objetivo expandir la sensación de “caos” a todo el país. Pero el segundo dato, sin perjuicio del pri...