La convocatoria del filósofo

por Tomás Abraham [*] Que se vayan todos! es el grito de 2001. Ese gesto de indignación resume nuestra historia reciente. Hace tiempo que se ha despachado a todos los protagonistas, actores y espectadores de la vida nacional. No ha quedado casi nadie. El hecho de que el país esté habitado por algo menos que cuarenta millones de personas coexiste sin contradicciones, con la observación de que ya no hay nadie. Es un tema de calidad y no de cantidad. Entre tantas tachaduras también se ha expulsado al pasado. Tulio Halperín Donghi ha dicho en un reportaje que le llama la atención que en una arenga a militantes del sindicato de la construcción, la Presidenta de la Nación decía con entusiasmo: “Somos la Argentina de Moreno, Belgrano, San Martín y... Eva Perón! Entre el Libertador y Evita, nadie rescatable, y entre la guardiana de los descamisados y hoy, menos que nadie. El historiador agregó que de acuerdo a la idiosincrasia historicista hoy en boga: “Y así como durante el Proceso si alguien...