Sin exportación no habrá crecimiento

Los datos demuestran que a la ganadería le fue muy mal en los últimos años. Mientras la agricultura pasó de 20 a 100 millones de toneladas, en algo más de cuatro décadas, en carnes producimos cada vez menos y perdimos el liderazgo mundial que habíamos mantenido por más de un siglo. Ahora, tenemos menos stock, menos cabezas por habitante, menos frigoríficos, menos consumo y menos exportación. Entonces, no podemos seguir haciendo lo mismo que antes, porque las consignas con las que trabajamos nos llevaron al fracaso. Debemos ser capaces de reformular la actividad para que sea exitosa. Tal vez lo más importante para la recuperación ganadera es comprender que si no hay exportación, no es bueno incitar a los ganaderos a producir más porque eso aumentaría la oferta interna y lógicamente la carne valdrá menos. Pero el negocio exportador aún no arranca. Ahí está el dilema. Una sola ganadería Con un gobierno mucho más abierto y proclive a facilitar las ventas externas, es ...