Macri, las nostalgias de un poder
Algún poeta dijo que amar es empapar el pensamiento con la fragancia del edén perdido. Macri pateó el tablero con su declaración amorosa por la restauración conservadora, sorprendiendo a propios y extraños. Tanto que De Narváez luego del apoyo instatáneo ahora, perdido como turco en la neblina, da marcha atrás de su afirmación y dice que servicios esenciales deben estar en manos del estado.
Macri tiene la piel y se emociona recordando las alianzas de un poder en épocas de la dictadura militar y primera etapa del gobierno de Alfonsin. En aquellas épocas un selecto grupo de empresarios (Grupo María) era interlocutor cotidiano del gobierno. Eran los que armaban acuerdos de integración con Brasil, los que acompañaban en todos sus viajes al Presidente y también quienes le organizaban parte de la agenda. Eran (y son) los llamados capitanes de la industria o grupo empresarios oligopólicos.
La última dictadura militar no solo hizo desaparecer a miles de compañeros. La política de Martínez de Hoz, Alemann, Sigaut y Wehbe hizo desaparecer miles de fábricas medianas y chicas y también algunas grandes. Pero no todos salieron perdiendo. Un reducido conjunto de grupos empresarios nacionales y extranjeros acumuló durante esos años extraordinarios sumas de dinero a costa de un país que se empobrecía.
Algunos de esos grupos empresarios (Alpargatas, Acindar, Pérez Companc, Techint, por ejemplo) eran ya muy importantes antes de la dictadura. Otros, como Bridas de la familia Bulgheroni o SOCMA de la familia Macri llegaron a compartir la cima del poder gracias a los resultados que consiguieron durante la dictadura militar del '76. Todos estos grupos tenian tres caracterísiticas bien definidas: a) eran diversificados, b) tenían fuerte conexión con el aparato estatal y c) tenían una pata en el sector financiero.
La diversificación que tenían estos grupos empresarios, les permitió -en una economía destruída- apostar a varios frentes al mismo tiempo y mudar su dinero de una empresa a otra cada vez que era necesario. Para citar un ejemplo. Grupo Macri: Sideco Americana en la construcción, Sevel Argentina en la industria automotriz, Manliba en el sector servicios, Philco en la industria de artefactos para el hogar y varias empresas más.
En la consolidación tuvo mucho que ver el papel de esas empresas en la patria financiera ya que en aquella época la forma más fácil de multiplicar dinero era a traves de la renta financiera. Ejemplos: Pérez Companc con el Banco Río y el Ganadero; Bridas con el banco Palmares; Garovaglio y Zorroaquin -dueños de empresas petroquimícas como Ipako o Polisur, de metalúrgicas como Acrow y Saiar- comnsolidaron su patrimonio con sus tres bancos: Español, Comercial de Norte y Banco Unido del Litoral; Macri tuvo durante algunos años el banco de Italia. El grupo Roberts -dueño de Alpargatas, Atanor entre otras- también sacó tajadas con el banco Roberts y el banco Francés. El grupo Astra, de la familia Gruneisen, participó de la fiesta con el banco de Quilmes; el grupo Braun con el Banco de Galicia y el Banco Argentino de Inversión; el grupo Soldati con el banco de Crédito Argentino; el grupo Garfunkel con el banco del Buen Ayre.
La consolidación de estos grupos también fue posible gracias a un fenomenal endeudamiento externo con créditos que gozaron los capitanes de la industria y las empresa del Estado, aunque en este último caso las deudas contraídas servían para dar aire a la política económica del proceso, no para financiar inversiones. Nada hubiera sido posible sin la existencia de aparato estatal que estaba a su entera disposición y manejado por ellos.
El capital no tiene ni bandera, ni ética, ni sentimientos; tan solo tiene lógica y se guía nada más que por su conveniencia económica. Por eso la percepción de los problemas financieros del gobierno de Alfonsin y la sutileza que los caracterizaba hacían descartar cualquier tipo de medidas que fuera contra sus intereses. El circuito histórico cerraba con moño y todo: habían salido triunfantes de una dictadura que saqueó el país y, precisamente por eso, pasaron a ser en el gobierno radical mas imprescindibles que nunca.
Tanto, que lograron que no se hicieran modificaciones en la redistribución del ingreso (para no perjudicarlos), ni hubo juicios que establecieran responsabilidades de los empresarios en el endeudamiento externo, en la fuga de capitales, en la especulación financiera y en la enorme crisis económica del país.
Nos vemos
Macri tiene la piel y se emociona recordando las alianzas de un poder en épocas de la dictadura militar y primera etapa del gobierno de Alfonsin. En aquellas épocas un selecto grupo de empresarios (Grupo María) era interlocutor cotidiano del gobierno. Eran los que armaban acuerdos de integración con Brasil, los que acompañaban en todos sus viajes al Presidente y también quienes le organizaban parte de la agenda. Eran (y son) los llamados capitanes de la industria o grupo empresarios oligopólicos.
La última dictadura militar no solo hizo desaparecer a miles de compañeros. La política de Martínez de Hoz, Alemann, Sigaut y Wehbe hizo desaparecer miles de fábricas medianas y chicas y también algunas grandes. Pero no todos salieron perdiendo. Un reducido conjunto de grupos empresarios nacionales y extranjeros acumuló durante esos años extraordinarios sumas de dinero a costa de un país que se empobrecía.
Algunos de esos grupos empresarios (Alpargatas, Acindar, Pérez Companc, Techint, por ejemplo) eran ya muy importantes antes de la dictadura. Otros, como Bridas de la familia Bulgheroni o SOCMA de la familia Macri llegaron a compartir la cima del poder gracias a los resultados que consiguieron durante la dictadura militar del '76. Todos estos grupos tenian tres caracterísiticas bien definidas: a) eran diversificados, b) tenían fuerte conexión con el aparato estatal y c) tenían una pata en el sector financiero.
La diversificación que tenían estos grupos empresarios, les permitió -en una economía destruída- apostar a varios frentes al mismo tiempo y mudar su dinero de una empresa a otra cada vez que era necesario. Para citar un ejemplo. Grupo Macri: Sideco Americana en la construcción, Sevel Argentina en la industria automotriz, Manliba en el sector servicios, Philco en la industria de artefactos para el hogar y varias empresas más.
En la consolidación tuvo mucho que ver el papel de esas empresas en la patria financiera ya que en aquella época la forma más fácil de multiplicar dinero era a traves de la renta financiera. Ejemplos: Pérez Companc con el Banco Río y el Ganadero; Bridas con el banco Palmares; Garovaglio y Zorroaquin -dueños de empresas petroquimícas como Ipako o Polisur, de metalúrgicas como Acrow y Saiar- comnsolidaron su patrimonio con sus tres bancos: Español, Comercial de Norte y Banco Unido del Litoral; Macri tuvo durante algunos años el banco de Italia. El grupo Roberts -dueño de Alpargatas, Atanor entre otras- también sacó tajadas con el banco Roberts y el banco Francés. El grupo Astra, de la familia Gruneisen, participó de la fiesta con el banco de Quilmes; el grupo Braun con el Banco de Galicia y el Banco Argentino de Inversión; el grupo Soldati con el banco de Crédito Argentino; el grupo Garfunkel con el banco del Buen Ayre.
La consolidación de estos grupos también fue posible gracias a un fenomenal endeudamiento externo con créditos que gozaron los capitanes de la industria y las empresa del Estado, aunque en este último caso las deudas contraídas servían para dar aire a la política económica del proceso, no para financiar inversiones. Nada hubiera sido posible sin la existencia de aparato estatal que estaba a su entera disposición y manejado por ellos.
El capital no tiene ni bandera, ni ética, ni sentimientos; tan solo tiene lógica y se guía nada más que por su conveniencia económica. Por eso la percepción de los problemas financieros del gobierno de Alfonsin y la sutileza que los caracterizaba hacían descartar cualquier tipo de medidas que fuera contra sus intereses. El circuito histórico cerraba con moño y todo: habían salido triunfantes de una dictadura que saqueó el país y, precisamente por eso, pasaron a ser en el gobierno radical mas imprescindibles que nunca.
Tanto, que lograron que no se hicieran modificaciones en la redistribución del ingreso (para no perjudicarlos), ni hubo juicios que establecieran responsabilidades de los empresarios en el endeudamiento externo, en la fuga de capitales, en la especulación financiera y en la enorme crisis económica del país.
Nos vemos
Comentarios
y la destina a obras de caridad.
Excelente descripción!
Muchos saludos