La mitad de la verdad

Durante los últimos cuatro años, en un caso de altísima repercusión pública, la Justicia argentina actuó exactamente como debe. Fue un hecho extraño e inesperado y, tal vez por eso, porque desarmó todo tipo de prejuicios y lugares comunes, no ha sido suficientemente destacado. Para que esto ocurriera, coincidieron los siguientes elementos: el juicio se realizó en un tiempo razonable, no fueron condenados solamente los políticos sospechados de corrupción sino también sus socios empresarios, y, además, con la única excepción del anuncio de las sentencias, todo el proceso se realizó mientras el Gobierno al que pertenecieron los funcionarios todavía estaba en el poder. No hubo ninguna sobreactuación ni ningún apuro por poner a nadie preso. De hecho, pese a las condenas, todos los acusados están libres esperando la sentencia definitiva. Sin embargo, los principales damnificados por el hecho juzgado, papás de chicos muertos entre ellos, están conformes con el proceso: c...