Llamar las cosas por su nombre
La inflación ha reaparecido y, con ella, el viejo discurso liberal que pretende echarle la culpa al gasto público excesivo y a los salarios. En resumen, para el pensamiento liberal hay inflación porque se consume más. Aunque un desarrollista, por ejemplo, podría rebatir ese diagnóstico en términos exactamente opuestos: hay inflación porque se produce menos de lo necesario ya que, en vez de aumentar la producción para satisfacer el crecimiento de la demanda, los industriales genéticamente rentistas lo único que aumentan son los precios. Así, la demanda no satisfecha genera escasez, y es esa escasez la que provoca inflación.
Los intereses del establishment requieren que la clase obrera y la industria estén bajo control. Si algo teme el sector más concentrado del capitalismo local es la reperonización de la estructura productiva y por ende del entramado social, sindicatos incluidos. Y los Kirchner, con sus aciertos y sus errores, representan precisamente eso: la posibilidad de encabezar desde el Estado un nuevo período de desarrollo basado en la industria.
Sin embargo, como ya ocurrió con los tres primeros peronismos, este proyecto tiene su talón de Aquiles, porque con el Estado solo no alcanza, hace falta un empresariado industrial que haga suya esa bandera. Por eso el peronismo, con toda su fuerza cultural, social y electoral, no pudo en más de sesenta años torcerle la mano al establishment, como sí lo hizo la burguesía industrial de Brasil con los latifundistas del norte del país. Por eso en Brasil la renta industrial logró, primero, disciplinar y después incluir a la renta agraria en un mismo proyecto de desarrollo, con el auxilio de la renta financiera. El campo, en Brasil, hoy es una industria más, y es cada vez más poderosa. Ese es el círculo virtuoso, pero en la Argentina sólo conocemos la versión viciosa del triángulo.
Es hora, pues, de llamar a las cosas por su nombre y pedirle a cada sector de la oposición que haga público, explícito, su programa económico, entendiendo que un programa no es una mera declaración de principios. No. Pensamos en un programa que incluya los planes de salud, educación, vivienda y obras públicas, así como sus respectivas financiaciones genuinas; un plan de empleo joven; un plan de apoyo a las exportaciones industriales de mayor valor agregado; una política de integración continental específica; un plan de defensa y de producción para la defensa; una definición sobre el mercado interno; otra sobre el modo de negociar la deuda externa, ya sea cancelándola progresivamente hasta extinguirla o refinanciándola con nueva deuda. Y la ratificación de los aumentos periódicos a los jubilados. En fin, un programa económico serio, no una movida marquetinera al amparo de los medios adictos.
Si los que pensamos así estamos equivocados, entonces es una buena oportunidad para que la oposición nos desmienta públicamente con la presentación de un sólido plan económico en el que se reniegue del ajuste. Sería realmente bienvenido, aunque nos haga quedar mal. Lo estamos esperando.
Pensamos también que, a pesar de sus diferencias, los distintos sectores de la oposición tienen algo en común, y es su decisión de apoyar un plan de ajuste, tal como lo adelantó Domingo Cavallo en un reciente reportaje del diario La Nación.
Nos vemos,
Con textos de Norberto Colominas
Comentarios
Un abrazo peronista
Siguiendo: lo que acabo de leer...,es LA BASE, para el lanzamiento de lo que deberia haber sido Argentina, desde los años 60..., por lo menos ! Ruego...! Pido! Deberia exigir, que esa base, sea mandada en sucesivas (millones de) cartas, a todas las autoridades del Pais, hasta que sean puestas en practica ! Es lo que estoy tentando hacer entender a peronistas y no...; que el tren se está yendo; y que los tontos, se estan peleando inutilmente en el anden...! Y el tren, parte !
Y que el iniciar el cambio de filosofia, no tiene que ver con la vision de peronismo y no...!
Y que..., lamentablemente, los k, no tienen esta vision !
Ergo..., no hay que sacarlos; los argentinos de buena voluntad, que piensan como lo que acabo de leer, DEBEN asumir la responsabilidad de hacerlo entender a los k y a todos ! Ardua tarea ! Pero..., imprescindible ! O NO ?
Liliana Costanzo