Peritos del despoder

El 2009 será un año inolvidable.

El 10 de Diciembre de 2009, culminé ocho años de gestión política en el gabinete del Ejecutivo Municipal de mi ciudad, ocho años que empezaron con la crisis del 2001 y todas sus connotaciones. Como una película recorrer cada momento, cada decisión. Hicimos mucho, en lo social, cultural e infraestructura comunitaria. Le devolvimos la dignidad a grupos socialmente vulnerables, direccionando el gasto público a satisfacer demandas de viviendas, salud y comida. Las Toscas, en el 2001 (último censo nacional) tenía el 23% de familias con NBI. Después de ocho años, lo hemos mejorado en muchos aspectos. La transformación estructural es una tarea inconclusa y casi eterna, la reconstrucción del desastre neoliberal cuesta mucho.

Pero debo ser sincero también, reflexionando sobre la acción política pura. Digo esto porque cuando se ejerce poder, debe saber administrarse ese poder en pos del bien común; el poder es persuasión. No existe otra manera de ejercerlo si es que se quiere la conservación de el y evitar la diáspora de las bases por un mal ejercicio del mismo.

Todo poder es limitado en especial aquel que aparenta no serlo. La historia está llena de ejemplos para demostrarlo y la historia argentina reciente esta más a mano que ninguna. Desde los gobiernos militares que arrebataban el poder con ansias de permanencia infinita hasta Carlos Menem, que soñaba con reelecciones indefinidas montado sobre una popularidad que en su momento parecía de acero.

A Néstor Kirchner los éxitos económicos y políticos también lo convencieron de que el kirchenrismo nació para quedarse en el poder durante varios lustros.Y tenía para comprobaro el aplauso de políticos (propios y de otros partidos), empresarios, jueces y periodistas. Es así compañeros, les pasó a los jeques peronistas de santa fe, a los barones bonaerenses y nos pasó a nosotros en nuestro distrito.

Pero cuidado, los dirigentes peronistas a lo largo de una historia que supo tanto de resistencia clandestinas como de control del Estado, perfeccionaron un instinto de supervivencia que les permite detectar con anticipación las primeras señales de resquebrajamiento del poder. Por eso el alejamiento de hombres como Reutemann y Solá del kirchnerismo al que defendieron desde el 2003; la diáspora habla no solo de movimientos electorales; indica algo más importante que los peritos en olfatear el despoder como somos los peronistas, están dando un veredicto sobre las acciones de gobierno y de conducción partidaria.

Como otras ciencias sociales la política tiene la fascinación de ser tan difícil de prever como de los hombres que la ejecutan. Sin embargo, existen altas posibilidades que la diáspora kirchnerista se pueble cada vez con los mismos políticos, empresarios, jueces y periodistas que hasta una día antes de las elecciones eran cobijados por el calor oficial. Ahora se mostrarán duros con el gobierno de Cristina Fernández y tratarán como los personajes de Orwell de reescribir una historia que ignore lo que ellos mismos fueron cuando estaban cobijados por el poder.

Mientras tanto, Duhalde imagina un escenario tan violento como el 2001 para quedarse con él.

Nos vemos, buen domingo.