La santa paciencia de los pobres

Después del último supermartes de la reunión entre Gobierno y Mesa de Enlance, la productores dice que nada les alcanza y van por más. Los acuerdos o alcanzar nuevos acuerdos es cada vez más difícil, el mismo Ministro Randazzo dice “A partir de la coparticipación de las retenciones surgirán 6000 millones de pesos para ser distribuidos entre diferentes sectores sociales. Pero hay quienes quieren que esos 6000 millones queden en manos del 20 por ciento de los productores sojeros. Hay dos visiones de país antagónicas. Este es el motivo por el cual no nos ponemos de acuerdo”

Más aún, elegido el camino parlamentario, tampoco será fácil conseguir la famosa retención cero. En el congreso legisladores del SI ya manifestaron su decisión de no dar quórum si es que no baja un proyecto consensuado con el Gobierno. Como se ve, el lobby rural no va a crecer nunca por izquierda. Lo pretendieron antes y fue un mamarracho.

Mientras tanto, hay sectores socialmente vulnerables que siguen esperando. Orlando Barone ha escrito otra genialidad allá al inicio de conflicto transcurriendo el mes de Abril de 2008, "la santa paciencia de los pobres" y me parece atinado releerlo :

"La Argentina tiene poco menos de cuarenta millones de habitantes. Entre los dueños de los camiones y los chacareros que hacen huelga y bloquean los caminos, y quienes los auspician suman sólo algunas decenas de miles. En tanto varios millones de argentinos- la gran mayoría- que no se dedican al transporte ni a exportar soja, porque no tienen ni una carretilla ni un lote, no sólo no hacen paro ni vulneran a los otros , sino que estudian y trabajan. Viven y dejan que otros vivan. Y aunque tendrían argumentos sociales y económicos para sentirse dañados o infelices, no se creen en el privilegio de que sus carencias justifiquen sublevarse.

Creo que su paciencia se merece el elogio. Ven derramarse ríos de leche y no reaccionan; están acostumbrados a ver derramarse riquezas que se le niegan. Y ven vaciarse las góndolas: a la vez que ven llenarse de quejas las bocas ya llenas de alimentos. Es inimaginable qué pasaría si esos millones de los realmente necesitados y los todavía excluidos del bienestar básico, salieran a los caminos a mostrar su situación y a revelar cuánto les falta y cuánto no tienen, en comparación de aquellos a los que les sobra y quieren más.

O si disconformes, porque las autoridades no procuran su inmediato mejoramiento, se deciden a procurárselo a si mismos exigiéndoselo a los ricos y bloqueando sus residencias hasta que cedan y los satisfagan. De lo contrario sería peor. Pero por alguna misteriosa razón son razonables aunque las condiciones de los pobres no son nunca razonables. Pero no son ellos quienes más rabia juntan y más discordia siembran. Es cierto que una irresolución política, o un desacierto estratégico, lograron que la autoridad haya sido puesta en duda. Entonces la reciente mayoría de las urnas, pasó a ser súbita minoría en la escena mediática y en la opinión pública. Pero no se puede votar ahora de nuevo. Tampoco cambiar la tendencia económica del gobierno elegido. La democracia requiere fair play.

La paradoja del país es que hoy no es la pobreza la que lo pone en riesgo. Lo que lo pone en riesgo son las ganancias."

Nos vemos.