100 años, el costo de la seducción

En la novela de García Marquez -100 años de soledad- Macondo era el pueblo de José Arcadio Buendía, un habitante con gran imaginación, casado con Úrsula Iguarán, que solía comprar inventos a Melquiades, el cabecilla de un grupo de gitanos que aparecían una vez al año con novedosos artilugios. Entre los objetos que le compró había un imán para buscar oro, una lupa a la cual le pretendía dar aplicaciones militares, mapas portugueses y instrumentos de navegación. La mayoría de sus experimentos se frustraron, como consecuencia llevó a cabo una expedición para conocer otros pueblos, descubrió que Macondo estaba rodeada por agua. Esto sería como vender espejos de colores, como vender un calidoscopio, instrumento que permite ver lo que uno quiere ver. El bono a 100 años, tiene algo de eso.