Disputas en el Vaticano


 
Cacería de "topos" que filtran a la prensa documentos superconfidenciales. Intrigas y venenos que apuntan al segundo del Papa, el secretario de Estado, Tarcisio Bertone, cuya cabeza muchos querrían ver rodar. Rumores de una renuncia en abril próximo de Benedicto XVI, un papa teólogo que aparece cada vez más débil, demasiado intelectual y ajeno a la guerra interna de la curia y a la ya comenzada lucha por su sucesión. Desde el Renacimiento no se veían semejantes juegos de poder en los sacros palacios del Vaticano.

No es hoy una imagen feliz la de la Santa Sede. Ríos de tinta se derraman en los diarios italianos sobre la guerra que recrudece en su interior, desnudada hace apenas unos días por el denominado "VatiLeaks".

Muchos comentan con horror la difusión de documentos reservadísimos -sobre presunta corrupción en el seno del Vaticano, sobre manejos financieros turbios y hasta sobre un supuesto complot para matar al Santo Padre-. El contenido de esos archivos no es tan crítico, pero el hecho de que se hayan filtrado de los sacros palacios refleja, ni más ni menos, una lucha intestina posible solamente en una curia a la deriva, marcada a fuego por ambiciones de poder.

En este marco, Benedicto XVI aparece muy solo. Tan solo que, hace unos días, un editorial de L'Osservatore Romano, que recordó en primera página el 30° aniversario del arribo a Roma de Joseph Ratzinger, describió al Pontífice como "un apacible pastor" rodeado "de lobos": una metáfora que resumió el clima dramático que reina en estos días en el Vaticano.

De hecho, aumentan las voces que hablan de una renuncia del Santo Padre al trono de Pedro, algo que no se da en la Iglesia desde el siglo XV, pero que está previsto en el canon 332 del Código de Derecho Canónico. El propio Benedicto XVI no descarta esa alternativa en el libro entrevista Luz del mundo , del periodista alemán Peter Seewald.

"Si un papa se da cuenta con claridad de que ya no es física, psicológica o espiritualmente capaz de ejercer el cargo que se le ha confiado, entonces tiene el derecho y, en algunas circunstancias, también el deber, de dimitir", aseguró el Papa en ese libro.

Ayer, sin embargo, según la mayoría de vaticanistas, Benedicto XVI pareció desmentir el rumor al cerrar su homilía con el pedido de que rezaran por él "para que pueda ofrecer siempre al pueblo de Dios el testimonio de la doctrina segura y regir con humilde firmeza el timón de la santa Iglesia".

Lo cierto es que ya comenzó a hablarse abiertamente de la sucesión, en vistas de un cónclave que se vislumbra cercano, aunque Benedicto XVI aparezca en relativa buena forma. El Papa viajará el mes que viene a México y Cuba y, probablemente en septiembre, al Líbano. Y en su entorno hay quienes aseguran que "llegará a la edad de León XIII, el papa más longevo del Novecientos, que murió a los 93 años".

"La sensación de debilidad y vulnerabilidad que se ha adueñado de los vértices de la Iglesia no sólo tiene que ver con la salud física del Pontífice. Tiene que ver con su capacidad de guiar el timón de la nave de Pedro", escribió el semanario L'Espresso, en un artículo en el que aseguró que ya comenzó la lucha por su sucesión.

En una atmósfera al mejor estilo Angeles y demonios, mientras en el Vaticano arrecia la caza a los "topos", todo el mundo espera que se filtren más documentos a la prensa, en una fuga de noticias muy ruidosa y dañina, que ensombreció aspectos positivos del pontificado de Benedicto XVI, que el próximo 19 de abril cumplirá 7 años. Entre ellos, su coraje para enfrentar el escándalo por abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes, que en los últimos años representó un estigma para la Iglesia Católica.



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Sobre textos de Elisabetta Piqué

Comentarios

profemarcos ha dicho que…
No hay que preocuparse, en el vaticano todo se resuelve "por voluntad de dios", tal como pasó con Juan Pablo I cuando declamó que la iglesia debía vender sus propiedades terrenales para darle de comer a los pobres...