Volvió con todo

Cristina advirtió a las petroleras que "sintonía fina es que se acabó la avivada" y ordenó publicar el informe Rattenbach. Ratificó la política de negociación pacífica por la soberanía de Malvinas, negó que la sintonía fina implique ajustes y anunció que el desempleo bajó a un 6,7 %.

 "Si las empresas petroleras de nuestro país hubieran aumentado su producción - el superávit- sería mucho mejor", sostuvo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien señaló que  "ha caído, y mucho, la producción".

"Han pasado las épocas del virreinato; hay que entender que hay que reinvertir en el país", manifestó la Presidenta, antes de precisar  las cifras gastadas el año pasado en importar combustibles.  En el caso del gas oil, particularizó, "tuvimos que importar por 4.004 millones" de dólares.

"Algunos quieren ver que sintonía fina es plan de ajuste; pero va a ser que se acabó la avivada", dijo y prometió que  "vamos a seguir teniendo crecimiento y demanda agregada y los subsidios van a ir a mejorar la calidad de vida de quien lo necesita".

 "Voy a utilizar la Constitución en defensa de los 40 millones de argentinos", advirtió y se preguntó si "la oposición no dijo nada sobre las petroleras, ni sobre los ejercicios de cartelización”.

Cristina afirmó que su gobierno continuará reclamando sus derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, tal como lo vino haciendo hasta ahora, en el marco del reclamo de la ONU, y aseguró que “no esperen de parte nuestra gritos destemplados ni gestos xenofóbicos”, porque “eso lo dejamos para otros" y anticipó que se abrirá al conocimiento público el informe Rattenbach, oportunamente realizado en relación con el conflicto bélico de 1982.

Calificó como  “reino del revés” que se trate de “colonialista” a la Argentina, en alusión a las recientes declaraciones del premier británico David Cameron, y destacó que, desde el final de la última dictadura,  “nuestras Fuerzas Armadas sólo participan en misiones de paz”.

“Nadie pide que los habitantes de Malvinas dejen de ser ingleses”, afirmó, y señaló que la Argentina respeta la nacionalidad de todos los extranjeros que habitan en el país.

Destacó que, el 2 de abril próximo,  Día del Veterano y de los Caídos por Malvinas, se recordará “a nuestros muertos” y se reiterará a Gran Bretaña el reclamo de iniciar  negociaciones.

La Presidenta advirtió, sin embargo, que también seguirá “defendiendo los recursos que se están depredando” en el mar que rodea a las Malvinas y lamentó que “ninguna organización ambientalista, ni nacional ni extranjera”, proteste por la explotación de las riquezas naturales que está haciendo el Reino Unido en la región.

"Se acabó la avivada"

Por otra parte, la Primera Mandataria aclaró que la “sintonía fina”, que se está aplicando actualmente, como en materia de subsidios,  si bien “algunos la identifican como un plan de ajuste”, no es tal, sino que “se acabó la avivada” de los empresarios que se beneficiaban con los subsidios sin reinvertir.

Indicó que los subsidios se mantendrán para los ciudadanos que tengan más necesidades y para las empresas que necesitan que se fortalezca su competitividad, pero dijo que “vamos a tener que hacer un esfuerzo todos los consumidores y los usuarios”.

Defendió el reclamo hecho contra las petroleras por sus maniobras de “cartelización” y también expresó su extrañeza porque la oposición no sumara su protesta en esa cuestión.

Cristina Kirchner anunció, al iniciar su discurso, que el nivel de desempleo finalmente “perforó” el 7 por ciento que se mantenía, al descender al “6,7 por ciento”.

Por otra parte, la Presidenta expresó su agradecimiento a todos los que “se preocuparon” por su estado de salud e hicieron cadenas de oración, así como a todos los médicos y personal que la asistió durante su operación de tiroides en el hospital Austral. Bromeó sobre las especulaciones que se hicieron en relación a su estado de salud al señalar que hasta le sugirieron “mostrar” el órgano que le habían extraído para probar la veracidad de su intervención, cosa que descartó por considerarla, dijo, “too much” (demasiado).

Sin embargo, aclaró que, pese a que “ustedes saben que a mí la estética me 'puede' ”, decidió mostrar su cuello desnudo y exhibir la cicatriz de la operación a la que fue sometida.

Concluyó su discurso considerando que “el amor puede mucho más que el odio” y que tiene conciencia de que “fueron muchos más” quienes se alegraron por el cambio de diagnóstico de su enfermedad.

Acompañaron a la Presidenta, en su primera presentación en el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada,  los miembros de su gabinete, gobernadores, intendentes, legisladores y funcionarios de los diversos niveles del Estado.

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