Los primeros muertos de Bonfatti
Aparecieron los primeros chispazos en el prolijo esquema gobierno-oposición del gobernador. La consigna es mostrar una posición mesurada y dialoguista para transitar al menos un primer año de gestión en paz ante un PJ heterogéneo pero dominante en la Legislatura, y el kirchnerismo fortalecido en la Nación tras el rotundo plebiscito de la elección presidencial.
Un verano caliente por el clima y por temas que no dejan transitar la cancha tranquilos.
«El» tema de aviso ha sido el reproche del kirchnerismo y de organizaciones sociales afines porque la versión inicial que circuló sobre el triple asesinato en villa Moreno fue la de un ajuste de cuentas entre delincuentes, cuando luego se comprobó que las víctimas eran militantes barriales y nada tenían que ver con el hampa. Y, a continuación, severas críticas hacia el manejo de la seguridad pública y la penetración de las economías delictivas en la trama social.
El diputado provincial Eduardo Toniolli remarcó que en 2011 ocurrieron 170 asesinatos en Rosario "cifra récord" y que 72 de ellos fueron considerados "ajustes de cuentas". "El Estado provincial debe abandonar la anomia frente a estos crímenes horrendos de jóvenes en nuestros barrios, aún en el supuesto de que se trate del resultado de enfrentamientos de bandas por el control del territorio", reclamó el referente del Movimiento Evita.
El concejal Roberto Sukerman entendió que el fusilamiento de Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez son consecuencia de "la falta de políticas específicas para los barrios, de presencia policial para prevenir el delito y de acciones concretas para la lucha contra el tráfico de drogas" y agregó que el Estado "sólo parece invertir en las zonas céntricas y deja abandonados a los barrios". "Para el socialismo, el asesinato de pobres siempre es ajuste de cuentas", aseveró a dúo con su compañera en el bloque del FPV, Norma López. La concejala endilgó: "Estigmatizan la juventud y la pobreza con las adicciones, que se combaten con políticas públicas en salud mental; y al narcotráfico, con decisiones del poder político gobernante".
Desde el socialismo, con notable calidad para tirar la pelota afuera, Clara García dijo que debe recordarse la "dimensión federal que debe tener la lucha contra el narcotráfico, como un delito de orden transnacional, la falta de radarización y de control fronterizo eficaz para evitar el ingreso de drogas", y el detalle de que gobiernos anteriores, de su partido, también han de tener responsabilidad en esta coyuntura.
Con todo, el jefe del Ejecutivo y su ministro de Seguridad, Leandro Corti, neutralizaron esas estocadas el viernes al mediodía, cuando recibieron a los padres de los jóvenes asesinados. Les prometieron compromiso del gobierno con la investigación judicial, tolerancia cero para con policías cómplices del delito y apoyo para garantizar la seguridad de los testigos de la causa.
A pocos minutos de asumir Bonfatti recibió la noticia que le prendieron fuego a un depósito de autos secuestrados por la policía en clara muestra del enojo que producen los movimientos estructurales en la fuerza. Entonces, la respuesta del gobierno fue la cesantía de los policías involucrados.
Y ahora?
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