Equilibrio que Macri no tiene
El actual Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires realiza una importante inversión en las áreas de Ambiente y Espacio Público, pero paralelamente autoriza una baja inversión en las áreas de Salud, Educación y Vivienda. Estos son los ítems más subejecutados por este Gobierno, y la razón a la cual atribuirle dicha decisión, es la de un mero desinterés por fortalecer la igualdad de oportunidades para la población más vulnerable, típica vertiente de reacciones de una administración pública de un gobierno de derecha.
En lo que hace a salud, la ejecución de presupuesto durante el primer trimestre del 2010 fue del 18% del total votado por la Legislatura, lo que representa una subejecución del 7%, considerando que el 25% es lo normal para un trimestre. Esto se refleja en la baja cantidad de camas disponibles en la mayoría de los hospitales: se pasó de tener 8.373 camas disponibles en el 2004 a 7.280 en el 2009; estimamos que al finalizar el 2010 habrá un 5% menos: sólo 7.000 camas.
El aumento de los subsidios a colegios privados y el descenso de inversión para la escuela pública es uno de los temas más llamativos. Para el 2009, la inversión en la educación pública fue de $235 millones; en el 2010, $145 millones, un quinto de lo que se destino al sector privado (casi $900 millones). Es lógico un subsidio a un colegio privado, ya que, de otra manera, mucha gente no podría afrontar el costo de la cuota.
Lo que no es nada lógico es el constate descenso en la inversión de la escuela pública. Aquí vemos un menor presupuesto para educación y una subejecución de ese presupuesto; así se entiende por qué hay tantos conflictos en las escuelas de Buenos Aires. Cuando los chicos reclaman por la calefacción o por problemas serios de infraestructura, los informes que manejamos nos muestran que tienen razón en su protesta.
En vivienda se da la subejecución más grosera: se ejecutó un 5,7% del 25%, una barbaridad en una Ciudad donde 10,2% de la población vive en asentamientos precarios, donde hay más de 42 asentamientos ilegales o precarios y solamente 7 están en terrenos nacionales. Y nos referimos al estado más rico del país.
Buenos Aires ostenta una posición económica relativamente holgada respecto de la media nacional y un alto grado de autonomía fiscal con respecto a la Nación. El mayor peso dentro de sus recursos corresponde a Ingresos Brutos, que es el 75% de los ingresos, y del 90% si incluimos ABL y Patentes. Pero a pesar del incremento de la recaudación, aumentó su endeudamiento a ritmos acelerados, y gran parte de esa deuda es en dólares, con el riesgo que implica alguna modificación cambiaria.
Podría entenderse, durante el primer año de gestión, referirse a la herencia administrativa de otras gestiones, pero ya en el cuarto año me parece excesivo y más cuando se posee la mayoría en la Legislatura, donde nunca tuvieron una oposición agresiva.
Es necesario realizar inversión pública para sostener y acrecentar el activo físico en las áreas de Educación y Salud, cumplir con la mejora en materia de emergencia social, continuar y finalizar las obras que venían en marcha como el subte, la red pluvial, la remodelación de escuelas y hospitales. ¿Dónde está la apertura y la capacidad al diálogo de este gobierno para con la Nación en temas de administración conjunta? Hay mucha soberbia en el Gobierno de la Ciudad, y una falta de voluntad de llevar un diálogo.
Nos vemos,
Leonardo Boto
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