Honestidad intelectual
El tema es el diálogo. Ayer José Pampuro -lo escuchaba por Radio 10- lo pedía. Hoy todos hablan de una instancia superadora. Tengo la impresión que los opositarios (neologismo) ingresaron en un cono de comprensión del momento que se vive y que los fracasos venideros serán también su engendro. Rechazar el pliego de Marcó del Pont es una actitud canina: marca el territorio, pero como una muestra de poder y no de racionalidad.
Una espera siempre honestidad intelectual en todo esto. Sinceridad en las responsabilidades históricas también, no para que por ello se auto-marginen, sino para que, desde la concepción del error, del fracaso y del sentido de culpa pongan actitudes positivas y humildes. Alguna vez leí en el blog de Manolo una definición exquisita "Honestidad intelectual, es aquella que permite ver en los argumentos del otro una razonalibilidad, que nuestros prejuicios, preconceptos e intereses no desean aceptar". Este es el punto.
Morales, Sanz, Aguad, Carrió son los que componen la Mesa Destituyente. Radicales todos. Partícipes necesarios de la debacle argentina y progenitores intelectuales del odio. Protagonistas de fracasos políticos que creen que la Argentina es parlamentarista, en una confusión de roles ideada y ejecutada con premeditación. Los demás, Lozano, Solanas -por citar algunos- se prenden en esta locura que se parece al terremoto chileno.
Los famosos DNU!. Estaría bueno -como dijo Heller- ver las fechas de dictado de cada uno de ellos para ver si el Congreso estaba en funciones o no. Lo que ocurre es que el conflicto que se desató por el uso de las reservas para el pago de deuda no se resuelve en el terreno de la macroeconomía sino allí donde el Gobierno encuentra obstáculos insuperables, que fueron la Justicia y la política. La Justicia al dictaminar que una medida de esa índole debía tener tratamiento parlamentario, y la política con una oposición que estaba a un paso de rechazar el DNU en el Congreso.
Es bueno también, reconocer cuales son los límites porque uno sabe cuando comienza la línea de la extralimitación; en términos políticos y jurídicos, lo que hizo la Presidente el lunes fue redoblar la apuesta. Lo hizo de tal manera que la oposición se sintió con las orejas mojadas. Distrajo con el amague de impulsar una medida de similares características a través de un proyecto de ley, para sorprender con un nuevo DNU nada menos que en plena Asamblea Legislativa.
Por eso sale Pampuro, porque ve que el Poder Ejecutivo no hace esfuerzos para destrabar el conflicto en el terreno apropiado, que en este caso es el de la política. Eso implica el ejercicio de la negociación, para lo que se requiere predisposición a hacer concesiones y habilidad para convencer.
Al Gobierno no le faltan argumentos sólidos para fundamentar la conveniencia de usar reservas para pagar deuda. Los casi 48.000 millones de dólares que tiene el Banco Central exceden holgadamente el nivel óptimo de reservas que se defina bajo cualquier criterio razonable. Cubrir los vencimientos con nuevo endeudamiento resulta más costoso que lo que rinden las reservas acumuladas. Y hacerlo con recursos fiscales implica por lógica elemental restar en los gastos del Presupuesto.
Por eso hice referencia a quienes conducen los opositarios. Creo -más allá de las declamaciones de algunos- que no están abiertos a ninguna negociación ya que su único objetivo es obstruir para hacer daño. ¿Es realmente así para la totalidad de los bloques no oficialistas? ¿No hay ninguna combinación de toma y daca que lubrique algún tipo de alianza? Mariano T dice enroque reservas por coparticipar el impuesto al cheque.
La estrategia de Pampuro es que, propuesto el diálogo desde el Gobierno, quede en evidencia luego de hacer el intento en el ámbito del debate político por excelencia que es el Congreso. Si eso se demostrara serviría al menos para ir imaginando lo complicado que serán los dos próximos años.
Evidentemente, en la oposición no hay honestidad intelectual. En el ofuscamiento no saben leer entre líneas, me parece. El personalismo y el malhumor, la división del mundo en obsecuentes y enemigos, esas y otras posiciones extremas no pueden encontrar ubicación en esta hora. La política necesita de políticos, no de fiscales ni de obedientes, de enojados ni de calmos; exige ideas y propuestas y cuadros políticos al servicio de ese pensamiento. La política requiere de partidos, no de un conjunto de pícaros que se acomodan a los tiempos cambiando los discursos según le convenga.
Nos vemos,
Comentarios
Loca de remate, enferma de odio y celos por Cristina
Saludos
Saludos,
JP
Hoy ellos cayeron en nuestro juego y aca es donde nos sentimos mas comodos, aunque hoy parezca que nos estan cagando a pelotazos y hayan metido 3 tiros en los palos.