Carnes argentinas
En enero se registró una tendencia al aumento de los precios por encima de la media de los últimos meses. La inflación oficial recién se conocerá el próximo viernes 12, pero según las consultoras privadas más consistentes, durante el primer mes del año el nivel general de precios habría crecido por encima del 2 por ciento.
Para el Estudio Bein, la expansión de enero fue del 2,4 por ciento. El dato más preocupante en términos sociales fue que las subas se concentraron en alimentos, lo que sobreafecta a los sectores de menores ingresos. De acuerdo con las asociaciones de consumidores, la canasta alimentaria en las principales cadenas de supermercados habría aumentado por encima del 5 por ciento. La suba del rubro Alimentos y Bebidas fue del 2,8 por ciento. Además del aumento acumulado en los últimos dos meses, “la mitad obedeció a la suba en los precios de los alimentos, de la cual, a su vez, la mitad está explicada por el aumento en los precios de la carne, que acumulan un 16 por ciento”, pero del 25 por ciento (en dos meses) cuando se toman únicamente los cortes de carne vacuna, destacó la consultora. Para Adeuco, en tanto, el rubro carnicería creció en enero el 16 por ciento en los supermercados y hasta el 31 por ciento en las carnicerías.
Para muchos economistas se estaría enfrentando un ajuste de precios que no sería sólo de naturaleza macroeconómica, sino una respuesta a “retrasos del pasado”. El análisis es muy similar al que se hace en materia de servicios públicos: la intervención del Gobierno habría reprimido los aumentos en el pasado y una actitud más laxa en el presente redundaría en los saltos actuales.
Pero el análisis es más interesante cuando se comienza por el lado de la oferta. Los productores destacan que las sequías del año pasado obligaron a bajar la carga de animales en los campos, con lo que los envíos de hacienda a faena crecieron por encima de lo habitual. De acuerdo con los números del Area de Economía y Estadísticas del Ipcva, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, 2009 cerró como el segundo año de mayor faena en la historia, sólo superado por 1978. Así, el año pasado se faenaron 15,9 millones de bovinos, 10 por ciento más que en 2008, de los cuales el 48 por ciento fueron hembras y 12 por ciento del total, terneras de menos de 15 meses. La producción de carne resultante fue de 3,4 millones de toneladas, también 10 por ciento por encima del año anterior.
Las exportaciones, en tanto, alcanzaron 640 mil toneladas de res con hueso por un valor aproximado de 1660 millones de dólares. El crecimiento interanual fue de casi el 50 por ciento en volumen, pero de sólo 5,8 por ciento en divisas debido a la caída de los precios internacionales. De los números surge que alrededor de 2,75 millones de toneladas, el 80 por ciento del total, se destinaron al mercado interno, donde en el marco de una oferta abundante y precios estables se alcanzó un consumo record de unos 70 kilos por habitante. Ya a fines de 2009, la recuperación de la capacidad de carga de los campos sumada a las necesidades de recomposición de stocks redundaron en caída de los envíos de hacienda a faena, con el consecuente efecto sobre la recomposición de los precios.
Para muchos economistas se estaría enfrentando un ajuste de precios que no sería sólo de naturaleza macroeconómica, sino una respuesta a “retrasos del pasado”. El análisis es muy similar al que se hace en materia de servicios públicos: la intervención del Gobierno habría reprimido los aumentos en el pasado y una actitud más laxa en el presente redundaría en los saltos actuales.
Pero el análisis es más interesante cuando se comienza por el lado de la oferta. Los productores destacan que las sequías del año pasado obligaron a bajar la carga de animales en los campos, con lo que los envíos de hacienda a faena crecieron por encima de lo habitual. De acuerdo con los números del Area de Economía y Estadísticas del Ipcva, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, 2009 cerró como el segundo año de mayor faena en la historia, sólo superado por 1978. Así, el año pasado se faenaron 15,9 millones de bovinos, 10 por ciento más que en 2008, de los cuales el 48 por ciento fueron hembras y 12 por ciento del total, terneras de menos de 15 meses. La producción de carne resultante fue de 3,4 millones de toneladas, también 10 por ciento por encima del año anterior.
Las exportaciones, en tanto, alcanzaron 640 mil toneladas de res con hueso por un valor aproximado de 1660 millones de dólares. El crecimiento interanual fue de casi el 50 por ciento en volumen, pero de sólo 5,8 por ciento en divisas debido a la caída de los precios internacionales. De los números surge que alrededor de 2,75 millones de toneladas, el 80 por ciento del total, se destinaron al mercado interno, donde en el marco de una oferta abundante y precios estables se alcanzó un consumo record de unos 70 kilos por habitante. Ya a fines de 2009, la recuperación de la capacidad de carga de los campos sumada a las necesidades de recomposición de stocks redundaron en caída de los envíos de hacienda a faena, con el consecuente efecto sobre la recomposición de los precios.
A lo descripto se suman algunos elementos adicionales. El principal es que la zafra de terneros 2009/2010 será particularmente baja como otra consecuencia de la dramática sequía que afectó la condición de las madres disminuyendo las tasas de preñez. Contra 14 millones de terneros de la zafra 2008/2009, se espera que la actual descienda a 11 millones, al tiempo que aún se mantiene la debilidad de la cadena forrajera afectada por la sequía. Al menos en los próximos dos años la oferta de carne será irremediablemente menor a la de 2009, lo que, con prescindencia de la ideología de los economistas, se traducirá en los precios. Será más que difícil evitar, en caso de que sea posible, que el asadito sea más caro.
Fuente: CASH, Crítica de la Argentina
Comentarios
Si hay fuertes diferencias en los barrios por algo será