Reservas, moneda y el Fondo del Bicentenario
Ayer escuchaba a la ex-ministro de economía Felisa Michelli, hablar de reservas internacionales, circulación monetaria, endeudamiento, términos que son comunes y que todos utilizamos en algún momento para discutir.
También escuché -hace ya tiempo, 2001 tal vez- que la circulación monetaria estaría garantizada en un 100% con las Reservas Internacionales. El circulante se refiere al valor de los billetes y monedas y distinguimos entre los que estan en poder del público y los que están en poder de las entidades financieras. Por definición la circulación monetaria es la sumatoria de ambos circulantes. Por otra parte, las entidades financieras están obligadas a mantener como reservas una proporción de la cantidad de dinero que reciben del público en carácter de depósitos de cuenta corriente o ahorro. Entonces, la base monetaria es la sumatoria de la circulación monetaria más las disposiciones de efectivo mínimo de las entidades en el BCRA.
Los datos extraídos de informes del BCRA al 24/12/2009 son los siguientes (cifras expresadas en miles de millones de pesos):
Adonde quiero ir? a demostrar que no hay riesgos en esta movida del Gobierno Nacional.
Sólo un puñado de países logran tener moneda sin respaldo de activos externos. Ejemplo extremo de ello es EE.UU. con una moneda respaldada exclusivamente con deuda de su propio Gobierno. Para el resto de los países y principalmente para los emergentes, para que la sociedad logre tener confianza sobre su moneda, el Banco Central necesita mostrar no sólo que tiene un piso de activos externos que la respalden, sino también el compromiso que no financiará gratuitamente al Gobierno.
No existe una "regla" para saber cual es el nivel óptimo de activos externos que genere confianza sobre la moneda. Si bien la regla de "Reservas de Libre disponibilidad", o la propia convertibilidad en su momento, son ejemplos de intentar establecer ese piso, la historia nos muestra que ello no asegura el valor de la moneda. Se podrá respaldar la base monetaria, algo radicalmente distinto a respaldar la moneda, o los agregados monetarios más amplios.
Esto refleja que el deterioro o fortaleza de una moneda no viene por los stocks que la respalden, sino por los flujos de la economía.
A modo de ejemplo, la ciencia económica encuentra evidencia de que un persistente superávit en la cuenta corriente del Balance de pagos (flujo) generará presión para la apreciación cambiaria, al margen del stock del reservas que dispone el Banco Central. En sentido contrario, el déficit actuará presionando por una depreciación de la moneda. De igual forma, se sabe que monetizar un déficit fiscal crónico, es decir, emitir para financiar el rojo del Tesoro (flujo), generará presión para una devaluación de la moneda local, ante el mayor dinero en circulación y la misma generación de valor.
Advertido de ello, la moneda no se pone en riesgo por la creación del "Fondo del Bicentenario", sino por la pérdida del superávit fiscal del Gobierno Nacional en un contexto donde no dispone de acceso al crédito en cantidad y precio suficiente para ser independiente del BCRA.
Pagar los vencimientos de la deuda pública con reservas que prácticamente no rinden interés, antes de refinanciar los vencimientos a una tasa de interés arriba del 10% anual, no es una mala decisión en lo financiero si se busca aprovechar la coyuntura internacional de tasas de interés nulas. El Estado Nacional en su conjunto se ahorrará u$s650 millones anuales en intereses en términos netos (=6.500*0,10), sin modificar su situación patrimonial (cancela pasivos -deuda- con un activo -reservas-).
Ahora bien, es una realidad que el Gobierno ya no dispone de ingresos que cubran sus gastos corrientes, lo que lleva a financiarse utilizando las reservas del BCRA, no sólo para cancelar deuda, sino también para financiar las operaciones corrientes. Es ahí donde radican los riesgos a futuro.
Financiar gasto corriente con stock (sea con reservas como ahora, o vendiendo YPF como en la Convertibilidad), son soluciones de corto plazo que no atacan el problema de fondo que es un Estado deficitario, la verdadera fuente de deterioro del valor de la moneda nacional.
Nos vemos
Aporte: Econométrica S.A., Polikratos con datos del BCRA
También escuché -hace ya tiempo, 2001 tal vez- que la circulación monetaria estaría garantizada en un 100% con las Reservas Internacionales. El circulante se refiere al valor de los billetes y monedas y distinguimos entre los que estan en poder del público y los que están en poder de las entidades financieras. Por definición la circulación monetaria es la sumatoria de ambos circulantes. Por otra parte, las entidades financieras están obligadas a mantener como reservas una proporción de la cantidad de dinero que reciben del público en carácter de depósitos de cuenta corriente o ahorro. Entonces, la base monetaria es la sumatoria de la circulación monetaria más las disposiciones de efectivo mínimo de las entidades en el BCRA.
Los datos extraídos de informes del BCRA al 24/12/2009 son los siguientes (cifras expresadas en miles de millones de pesos):
- $ 84.908.- circulante en poder del público
- $ 11.969.- circulante en poder de las entidades financieras
- $ 24.060.- saldos de cuenta de las entidades financieras en el BCRA
Adonde quiero ir? a demostrar que no hay riesgos en esta movida del Gobierno Nacional.
Sólo un puñado de países logran tener moneda sin respaldo de activos externos. Ejemplo extremo de ello es EE.UU. con una moneda respaldada exclusivamente con deuda de su propio Gobierno. Para el resto de los países y principalmente para los emergentes, para que la sociedad logre tener confianza sobre su moneda, el Banco Central necesita mostrar no sólo que tiene un piso de activos externos que la respalden, sino también el compromiso que no financiará gratuitamente al Gobierno.
No existe una "regla" para saber cual es el nivel óptimo de activos externos que genere confianza sobre la moneda. Si bien la regla de "Reservas de Libre disponibilidad", o la propia convertibilidad en su momento, son ejemplos de intentar establecer ese piso, la historia nos muestra que ello no asegura el valor de la moneda. Se podrá respaldar la base monetaria, algo radicalmente distinto a respaldar la moneda, o los agregados monetarios más amplios.
Esto refleja que el deterioro o fortaleza de una moneda no viene por los stocks que la respalden, sino por los flujos de la economía.
A modo de ejemplo, la ciencia económica encuentra evidencia de que un persistente superávit en la cuenta corriente del Balance de pagos (flujo) generará presión para la apreciación cambiaria, al margen del stock del reservas que dispone el Banco Central. En sentido contrario, el déficit actuará presionando por una depreciación de la moneda. De igual forma, se sabe que monetizar un déficit fiscal crónico, es decir, emitir para financiar el rojo del Tesoro (flujo), generará presión para una devaluación de la moneda local, ante el mayor dinero en circulación y la misma generación de valor.
Advertido de ello, la moneda no se pone en riesgo por la creación del "Fondo del Bicentenario", sino por la pérdida del superávit fiscal del Gobierno Nacional en un contexto donde no dispone de acceso al crédito en cantidad y precio suficiente para ser independiente del BCRA.
Pagar los vencimientos de la deuda pública con reservas que prácticamente no rinden interés, antes de refinanciar los vencimientos a una tasa de interés arriba del 10% anual, no es una mala decisión en lo financiero si se busca aprovechar la coyuntura internacional de tasas de interés nulas. El Estado Nacional en su conjunto se ahorrará u$s650 millones anuales en intereses en términos netos (=6.500*0,10), sin modificar su situación patrimonial (cancela pasivos -deuda- con un activo -reservas-).
Ahora bien, es una realidad que el Gobierno ya no dispone de ingresos que cubran sus gastos corrientes, lo que lleva a financiarse utilizando las reservas del BCRA, no sólo para cancelar deuda, sino también para financiar las operaciones corrientes. Es ahí donde radican los riesgos a futuro.
Financiar gasto corriente con stock (sea con reservas como ahora, o vendiendo YPF como en la Convertibilidad), son soluciones de corto plazo que no atacan el problema de fondo que es un Estado deficitario, la verdadera fuente de deterioro del valor de la moneda nacional.
Nos vemos
Aporte: Econométrica S.A., Polikratos con datos del BCRA
Comentarios
Un abrazo
Un abrazo
Lo que no hubo, por primera vez en la era kirchnerista es superávit financiero (después del pago de intereses, sólo intereses, de deuda). Incluyendo el pago de vencimientos de capital creo que no alcanza el superávit primario desde 2006 (por eso los bonos a Chávez, etc.).
Con gasto creciendo de manera previsible (al mismo nivel que el año que pasó) y con el aumento de ingresos al fisco propio de un año con muy buenas perspectivas económicas, déficit primario va a ser difícil que haya, y hasta por ahí se puede volver a tener superávit financiero.
Así y todo, las necesidades de financiamiento para pago de deuda existen, porque los vencimientos de este año son como de 10.000 millones de dólares. El Fondo del Bicentenario es para pagar obligaciones en moneda extranjera (6.500 millones), pero aparte está la deuda en pesos. Lo que busca el Tesoro es que el Central le adelante las reservas, que de todas formas va a recuperar comprando dólares para mantener el tipo de cambio. Lo que supone el BCRA es que los dólares que va a salir a comprar para mantener el tipo de cambio los va a tener que comprar con emisión (porque el fisco no va a tener incentivo para ahorrar). Y preferiría, para moderar presiones inflacionarias, que el fisco le aportara algunos pesos (indirectamente, comprando dólares en la plaza, como ocurrió en estos años, para cancelar deuda). O sea, monetización de déficit (pero no primario, sino total, computando pagos de deuda).
Saludos
La medida no solo es beneficiosa en el bajo costo de la tasa de interés en referencia a la puesta en valor de títulos públicos, sino que baja la tasa de interés para cualquier crédito que quiera tomar el estado por fuera de la colocación de bonos por 6.5.( Por ejemplo, financiar la construcción y equipamiento de 100 hospitales que se amortizan en 40 años)
Incluso los privados podrían tomar crédito Internacional a una tasa mucho más baja,aumentando la cantidad de inversión a realizar en el pais.
Por otro lado, saldar la deuda en default conlleva un nuevo posicionamiento internacional, a modo de ejemplo somos el único país en el G 20 (recordemos que es el máximo órgano internacional en este momento, sarkozy propuso la ampliación del consejo de seguridad) que esta en default en este momento.
NO me refiero con esto a temas políticos que son de extrema importancia; sino que inclusive, económicamente los países tendrían mayor confianza a la actual, por lo menos, para invertir en la Argentina....
Bueno, eso nada más, me parecía importante escribirlo, por que la cuenta de $ 0.65 de ahorro no refleja las ventajas que conlleva la medida