Cuando tenga la tierra
Desde el Club cuantas veces fue necesaria denunciamos la formidable concentración de capitales y fuerzas productivas como corolario del plan de convertibilidad. Grupos económicos con acceso a mercados financieros del exterior se quedaron con todas la zonas agrícolas de las economías regionales y utilizando a los productores como una mano de obra calificada, unica salida de los ex-propietarios para subsistir.
Conocí en otras épocas de mi vida aplicada a la explotación de empresas algodoneras, a capitalistas urbanos que desmontaban tierras santiagueñas para sembrar algodón, de manera indirecta, quintuplicando ganancias via arrendamientos; el boon algodonero quedó en el recuerdo y la lucha por la tenencia de la tierra sigue.
Son historias personales y colectivas que se repiten en diferentes puntos del país. Modus operandi reiterados que se multiplican con las declaraciones en primera persona de los afectados y en los escritos judiciales: primero los campesinos son engañados para firmar documentos que supuestamente los benefician, luego llega la intimación para abandonar sus tierras, después la presencia policial para concretar el desalojo y un sistema judicial que se convierte en la herramienta más sofisticada del modelo de los agronegocios. Son historias comunes que afectan a campesinos y habitantes originarios de Salta, Formosa, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe que pasan sus días entre la cría de animales, la cosecha de vegetales, granos y la lucha por no ser desplazados.
Mientras tanto, el campo visible, el de la Mesa de Enlace, mira para otro lado y defiende sus intereses. Detrás de su silencio, se amparan el empresario Gianfranco Macri, la empresa Madera Dura del Norte, el empresario Jorge Bellsolar Ferrer, los dirigentes Edgardo y Juan Carlos Scaramuzza (Federación Agraria) y Ricardo Buryaile (CRA), diputado electo por el radicalismo.
La tierra es la excusa de la lucha, lo que se busca, en definitiva, es un cambio total en las condiciones de vida de los pequeños campesinos. La tierra y la injusticia aluden tanto a la historia de explotación del hachero del monte durante el auge de la explotación forestal como a la del campesino hoy desalojado.
Este momento es para mi, muy especial, por haber nacido en el chaco santafecino y porque mi padre fue odontólogo (empleado) de La Forestal y conocí de cerca la opulencia de los explotadores y la miseria consecuente de los explotados; los recuerdos me llevaron a este poema dedicado al HACHERO SANTIAGUEÑO:
Y yo andaba porque si, con mis pies como palpando tierra ardiente en pasos lerdos, sol del Chaco, monte adentro, fuego el aire, viento norte, golpes de hacha, palos muertos, geografía de un obraje que yo estaba recorriendo …
Unas manos de piel curtida, me salieron al encuentro, y adiviné un nuevo amigo en sus manos y en el gesto. Comenzamos a charlar con aquel sufrido hachero y supe mil cosas de él tan sólo en un breve tiempo, transitando en el relato el mapa de sus recuerdos.
Hacía más de veinte años que habitaba por el monte, dándole al Chaco la vida, hijos, sudor y su esfuerzo, porque él y su mujer eran los dos santiagueños. Un lindo cazal de criollos con siete hijos morenos, tostados de tanto sol, curtidos de tanto viento, su mismo acento y color aunque nacieron chaqueños.
Cambió en nostalgias Santiago, por más trabajo y sustento, pero el salario fue magro y eran más bocas pidiendo. Y desde entonces a hoy el hambre lo anda siguiendo, rondando el rancho de cerca cual si fuera un puma hambriento.
Pero Valentín lo espanta, él solo poniendo el cuero, multiplicando sus brazos, hacha y hacha contra el tiempo. La cosa es que Valentín es solo para el volteo, y el hambre lo va a alcanzar si algún día cae enfermo …
Y a pesar que era angustioso lo que me estaba diciendo, su sonrisa de esperanza me estaba dando un ejemplo. Me contó de su alegría de tener hijos tan buenos, que la mayor se casó convirtiéndolo en abuelo, y que buscaba otro obraje donde hubiera alguna escuela para que sus hijos crezcan a la luz del alfabeto.
¡Qué poco lo conformaba a este gladiador moderno! Y aunque el sol de su esperanza me volvía más sereno, se me trepó la vergüenza de sentirme algo culpable, de que aún ocurra esto. Y me ganó la tristeza al recordar que ese hachero, como el hambre andaba cerca, no le quedaba el derecho ni siquiera a estar enfermo.
Y esto me duele, Señor, porque es dolor de mi pueblo, si le duele a mi país yo no puedo estarme ajeno. Si el destino es primavera que no nos pare un invierno. ¡Ay hermano Valentín! Quisiera encontrar el hacha para que juntos talemos el árbol de la injusticia, para que engorde el jornal y hacer crecer tus derechos.
Dos hachas no son gran cosa, pero juntos ya veremos... ¡si somos muchos talando, capaz que tiemble hasta el cielo!
Conocí en otras épocas de mi vida aplicada a la explotación de empresas algodoneras, a capitalistas urbanos que desmontaban tierras santiagueñas para sembrar algodón, de manera indirecta, quintuplicando ganancias via arrendamientos; el boon algodonero quedó en el recuerdo y la lucha por la tenencia de la tierra sigue.
Son historias personales y colectivas que se repiten en diferentes puntos del país. Modus operandi reiterados que se multiplican con las declaraciones en primera persona de los afectados y en los escritos judiciales: primero los campesinos son engañados para firmar documentos que supuestamente los benefician, luego llega la intimación para abandonar sus tierras, después la presencia policial para concretar el desalojo y un sistema judicial que se convierte en la herramienta más sofisticada del modelo de los agronegocios. Son historias comunes que afectan a campesinos y habitantes originarios de Salta, Formosa, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe que pasan sus días entre la cría de animales, la cosecha de vegetales, granos y la lucha por no ser desplazados.
Mientras tanto, el campo visible, el de la Mesa de Enlace, mira para otro lado y defiende sus intereses. Detrás de su silencio, se amparan el empresario Gianfranco Macri, la empresa Madera Dura del Norte, el empresario Jorge Bellsolar Ferrer, los dirigentes Edgardo y Juan Carlos Scaramuzza (Federación Agraria) y Ricardo Buryaile (CRA), diputado electo por el radicalismo.
La tierra es la excusa de la lucha, lo que se busca, en definitiva, es un cambio total en las condiciones de vida de los pequeños campesinos. La tierra y la injusticia aluden tanto a la historia de explotación del hachero del monte durante el auge de la explotación forestal como a la del campesino hoy desalojado.
Este momento es para mi, muy especial, por haber nacido en el chaco santafecino y porque mi padre fue odontólogo (empleado) de La Forestal y conocí de cerca la opulencia de los explotadores y la miseria consecuente de los explotados; los recuerdos me llevaron a este poema dedicado al HACHERO SANTIAGUEÑO:
Y yo andaba porque si, con mis pies como palpando tierra ardiente en pasos lerdos, sol del Chaco, monte adentro, fuego el aire, viento norte, golpes de hacha, palos muertos, geografía de un obraje que yo estaba recorriendo …
Unas manos de piel curtida, me salieron al encuentro, y adiviné un nuevo amigo en sus manos y en el gesto. Comenzamos a charlar con aquel sufrido hachero y supe mil cosas de él tan sólo en un breve tiempo, transitando en el relato el mapa de sus recuerdos.
Hacía más de veinte años que habitaba por el monte, dándole al Chaco la vida, hijos, sudor y su esfuerzo, porque él y su mujer eran los dos santiagueños. Un lindo cazal de criollos con siete hijos morenos, tostados de tanto sol, curtidos de tanto viento, su mismo acento y color aunque nacieron chaqueños.
Cambió en nostalgias Santiago, por más trabajo y sustento, pero el salario fue magro y eran más bocas pidiendo. Y desde entonces a hoy el hambre lo anda siguiendo, rondando el rancho de cerca cual si fuera un puma hambriento.
Pero Valentín lo espanta, él solo poniendo el cuero, multiplicando sus brazos, hacha y hacha contra el tiempo. La cosa es que Valentín es solo para el volteo, y el hambre lo va a alcanzar si algún día cae enfermo …
Y a pesar que era angustioso lo que me estaba diciendo, su sonrisa de esperanza me estaba dando un ejemplo. Me contó de su alegría de tener hijos tan buenos, que la mayor se casó convirtiéndolo en abuelo, y que buscaba otro obraje donde hubiera alguna escuela para que sus hijos crezcan a la luz del alfabeto.
¡Qué poco lo conformaba a este gladiador moderno! Y aunque el sol de su esperanza me volvía más sereno, se me trepó la vergüenza de sentirme algo culpable, de que aún ocurra esto. Y me ganó la tristeza al recordar que ese hachero, como el hambre andaba cerca, no le quedaba el derecho ni siquiera a estar enfermo.
Y esto me duele, Señor, porque es dolor de mi pueblo, si le duele a mi país yo no puedo estarme ajeno. Si el destino es primavera que no nos pare un invierno. ¡Ay hermano Valentín! Quisiera encontrar el hacha para que juntos talemos el árbol de la injusticia, para que engorde el jornal y hacer crecer tus derechos.
Dos hachas no son gran cosa, pero juntos ya veremos... ¡si somos muchos talando, capaz que tiemble hasta el cielo!
Nos vemos
Comentarios
Vamos a lo que importa! Pensando..., depues de leer por "muchisima" vez, el M.Fierro, que el gaucho, en su ignorancia, deducia, aunque palidamente, que el principal motivo de su desgracia, era LA IGNORANCIA ! Pero..., en otras historias que lei, hombres dedicados,en inicios de la vida republicana en Argentina, murieron, preguntandose: por que el pobre nativo, NO mandaba a sus hijos a la escuela, para mejorar de generacion en generacion !? ? Prefiriendo "estoicamente", sufrir su desgracia en silencio !
Mientras tanto,conoci muchos extrangeros,porque soy...!; traidos en el principio de siglo, que fueron mandados a deshacer montes en el Chaco, o a trabajar en un monton de lugares de este Pais...; pero que: apezar de haber llegado,de paises pobrisimos y con escasa escolaridad..., NO PERECIERON, delante de ningun tipo de estoicismo !
Aunque hasta la lingua y la xenofobia argentina, nos fué contraria !
Todos,antes de morir,hicieron su pedazo de fortuna !
Comenzarás a decir, que las elites,lo organizaron asi ! Mentira !
Porque tambien conozco muchos estancieros, de varios lugares de la Republica, que cedian sin costo,tierra a los peones,para que cada uno la trabajase segun su antojo !
Pero: "naides" quiere trabajar !
Digo y afirmo: LA EDUCACION, ES LA UNICA SALVACION ! Hasta los indios, con educacion, se convierten en estacieros..., con helicoptero ! De modo que cambiá diametralmente tu vision y pensamiento ! Y convencete: si exigen del gobierno, escuelas, centros profesionalizantes, aducacion para el emprenditorialismo, cultura para aprender a hacer...; y no a subsidiar, piquetear o politiquear...; la Nacion comienza a andar ! Para adelante ! Mientras le depositen "irresponsablemente", la conduccion del Pais, a un mentiroso, demagogo, montonero..., no andará ! Regredirá !
Concordaré contigo, si decis que la oposicion y los terratenientes, tampoco tienen un mejor plan ! Entonces ? No llegó el tiempo, de que los argentinos, comiencen a "re-hacer" todo de nuevo ? Sin "barullo" ! Los blogueros, podrian iniciar un movimiento. Apartidario !
Queres que dibuje, para entender ? "el"
Saludos.