Boudou: "ya volvimos al mercado de capitales"

Las señales de acercamiento con el Fondo Monetario Internacional y las gestiones llevadas a cabo por el Gobierno para volver a insertarse en los mercados de crédito internacionales continúan entusiasmando a los inversores de bonos. La primera señal concreta se dio cuando, tras reunirse el fin de semana en Estambul con el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, el ministro de Economía, Amado Boudou, dijo que la Argentina “está en un camino de regreso a los mercados de crédito” y confirmó que, aunque “con límites”, están avanzando en la normalización de las relaciones con el Fondo.

La Argentina viene de años de aislamiento económico y financiero producto de la crisis de 2001-2002. Los arreglos pendientes en materia de deuda pública nos fueron alejando de la mirada de los inversores. A ello se agregó una política poco transparente en el Indec, que derivó en una serie de indicadores que afectaron la rentabilidad de los inversores.

Pero no es la única vía en la que se manifiesta la falta de transparencia: tenemos el control de precios, los controles a los flujos de capitales o los controles al tipo de cambio. En este contexto se produce un acercamiento al Fondo Monetario Internacional ante el cual podemos decir que es mejor una negociación a la nada. La estrategia que se está dando el Gobierno nacional apunta a ir de a poco. El modelo de acuerdo ‘light’, como lo ha calificado la prensa puede evolucionar con el tiempo a un acuerdo estándar, pero esa transformación carece de trascendencia. Aquí, lo importante es que se parte de un posicionamiento político que durante años sostuvo este gobierno y que marca límites a la hora de arrancar el proceso negociador. Ese es el condicionamiento básico. Poner límites no está mal, porque sabemos que luego habrá una evolución de la relación.

El contexto internacional será el que marcará cómo será este proceso. Para la Argentina es importante que se abra la economía y que arriben los fondos que hoy están vedados, justo en un momento en el que el contexto internacional aparece como más proclive al riesgo. Es el caso de Paraguay, que recientemente logró financiamiento internacional al 6% en dólares. Está cayendo la aversión al riesgo y la Argentina puede aprovechar estas circunstancias a partir de este acercamiento.

No es correcto considerar que condicionar el acercamiento al FMI implica guardar secretos que nadie conoce. La falta de transparencia ya es conocida por nosotros, antes de cualquier negociación con los organismos internacionales. Es más, el acercamiento al FMI es una oportunidad para que las situaciones cuestionadas desaparezcan. El FMI se convertirá en una presión objetiva de este proceso de adecuación de los datos cuestionados.

Si queremos un acercamiento al FMI de otra índole, primero tendríamos que tener en orden nuestro patio trasero, arreglar nuestras cuentas. Hacerlo de manera paulatina nos da tiempo para lograrlo.

Nos vemos


Fuente: Federico Bunsow

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