Ritorno al mio paese
Se van terminando los monopolios en Argentina. De a poco se van acomodando las cosas. Un camino de larga lucha. La nueva ley de medios de comunicación genera reacciones de todo tipo. La restauradora pretende llevar la discusión después del 10 de Diciembre para hacer pesar las mayorías, precisamente porque no aceptan hoy ser minoría.
De esto no voy a escribir hoy, porque los compañeros que remojaron los pies en la fuente, ayer, tienen tela para cortar y contar.
Quiero escribir sobre el dictámen difundido por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia que obliga a Telecom Italia a vender sus activos en el país, sobre la base de este muy buen informe de Página 12. La investigación oficial concluyó que el ingreso de Telefónica de España en Telecom Italia y, de manera indirecta, en su filial y principal competidora en el mercado local de telecomunicaciones, constituyó una operación de concentración económica que afecta la competencia y el interés económico general, incluso a largo plazo. A partir de ahora, la firma tendrá un año para desprenderse de sus empresas. Telefónica y Telecom prefirieron no comentar la decisión oficial, pero se da por descontado que apelarán ante la justicia local e internacional. El dictamen constituye un detallado análisis del impacto que hubiera generado la autorización de la operación en los distintos mercados donde ambas firmas operan.
Una vez que la CNDC consideró que estaba frente a una concentración económica, la suerte de la operación quedó sellada porque no hay que ser un especialista para darse cuenta de que la unión de ambas empresas constituiría un golpe de nockout para la competencia actual y incluso la potencial, conformada por las compañías de televisión por cable. De hecho, sin una alianza explícita ambas firmas ya se habían encargado de reducir a sus rivales, con la anuencia de los sucesivos gobiernos, incluido el que ahora le dio luz verde a la investigación de la comisión antimonopolio. Si bien el poder de las telcos dominantes es reconocido, en el dictamen se lo tuvo que demostrar para justificar la exigencia de desinversión. Lo que sigue son las principales datos por segmento de mercado:
- Telefonía fija local. En sus antiguas regiones de exclusividad, Telefónica y Telecom detentan el 80 por ciento del mercado individualmente y si se toma en cuenta el número de líneas en servicio entre ambas concentran el 90 por ciento a nivel nacional. El análisis por localidad tampoco arroja diferencias significativas, pues las zonas donde hay “alta competencia” son apenas seis y representan el uno por ciento del total de líneas registradas en todo el país.
- Acceso minorista a Internet. Telefónica y Telecom concentran más del 72 por ciento de los abonados. Además, se aclara que en los últimos años ambas firmas incrementaron en forma notoria su participación en el mercado de acceso a Internet de banda ancha por ISP. Desde 2003, Telefónica pasó del 15 al 31 por ciento y Telecom del 11,5 al 28,3 por ciento. “Los efectos horizontales de la operación en este mercado resultan preocupantes desde el punto de vista de la competencia”, remarca el dictamen.
- Acceso mayorista a Internet. Ambas firmas son las únicas oferentes de este servicio. Según la CNDC, hasta ahora existe “algún grado de competencia” que se refleja en la evolución cambiante en las participaciones de la facturación, pero si la operación de concentración se hubiese aprobado ambas firmas hubieran consolidado una oferta monopólica.
- Larga distancia nacional e internacional. En el dictamen se relevó el número de llamadas salientes cursadas en diciembre de 2008 para el servicio de larga distancia nacional y la cantidad de minutos salientes para larga distancia internacional. En el primer caso, ambas empresas concentraron el 58 por ciento y en el segundo caso el 70 por ciento. Además se aclara que la información podría estar subestimada entre un 3 y 4 por ciento en ambos segmentos porque la participación de la compañía de celulares Personal no fue computada.
- Impacto potencial de la convergencia. Si bien en telefonía fija y otros servicios que las utilizan como insumo los precios para las empresas dominantes están regulados, los servicios más relevantes en lo que refiere a la proyección del negocio (Internet y los futuros servicios de IPTV) no lo están. Sin embargo, en el dictamen se aclara que el control del 90 por ciento de las líneas, sumado a las redes troncales y enlaces locales conforma un mercado fuertemente concentrado y difícilmente desafiable por otras empresas.
- Servicios minoristas corporativos. Telefónica y Telecom concentran el 57 por ciento de un mercado que contempla servicios como transmisión de voz y datos punto a punto.
- Telefonía pública. Telefónica controlaba en diciembre del año pasado el 62,8 por ciento del mercado y Telecom el 30,1 por ciento. Por lo cual, entre ambas llegarían al 93 por ciento. Además, no sólo tienen la mayor red de locutorios y teléfonos de vía pública sino también el control de la infraestructura de última milla que necesita la competencia para brindar este negocio.
- Telefonía móvil. El dictamen destaca que el grado de concentración en el mercado resulta alto, incluso sin necesidad de sumar la facturación de las firmas. Movistar suma el 34 por ciento de la facturación y Personal el 29 por ciento. Por lo tanto, en conjunto adquirirían “poder de mercado suficiente para restringir la oferta y aumentar el precio del bien que se comercializa”.
El informe aclara que las posibilidades que tiene un cliente para cambiar de empresa están muy limitadas por dos motivos: 1) al no haberse implementado la portabilidad numérica el “costo” de cambiar es la pérdida del número telefónica, y 2) la cantidad de clientes que podría abastecer un operador (manteniendo la calidad mínima exigible) está limitada por las condiciones de acumulación y reutilización del espectro radioeléctrico, el cual en la actualidad se encuentra en sus máximos niveles. Esto significa que si un operador dominante decidiera subir los precios su competidor no estaría en condiciones técnicas de absorber una demanda adicional de magnitud tal para lograr disciplinar los precios. Por último, la CNDC advierte sobre el riesgo que supone el denominado “efecto de red” consistente en ofrecer descuentos a los que llaman a otros números de la misma empresa.
Nos vemos
De esto no voy a escribir hoy, porque los compañeros que remojaron los pies en la fuente, ayer, tienen tela para cortar y contar.
Quiero escribir sobre el dictámen difundido por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia que obliga a Telecom Italia a vender sus activos en el país, sobre la base de este muy buen informe de Página 12. La investigación oficial concluyó que el ingreso de Telefónica de España en Telecom Italia y, de manera indirecta, en su filial y principal competidora en el mercado local de telecomunicaciones, constituyó una operación de concentración económica que afecta la competencia y el interés económico general, incluso a largo plazo. A partir de ahora, la firma tendrá un año para desprenderse de sus empresas. Telefónica y Telecom prefirieron no comentar la decisión oficial, pero se da por descontado que apelarán ante la justicia local e internacional. El dictamen constituye un detallado análisis del impacto que hubiera generado la autorización de la operación en los distintos mercados donde ambas firmas operan.
Una vez que la CNDC consideró que estaba frente a una concentración económica, la suerte de la operación quedó sellada porque no hay que ser un especialista para darse cuenta de que la unión de ambas empresas constituiría un golpe de nockout para la competencia actual y incluso la potencial, conformada por las compañías de televisión por cable. De hecho, sin una alianza explícita ambas firmas ya se habían encargado de reducir a sus rivales, con la anuencia de los sucesivos gobiernos, incluido el que ahora le dio luz verde a la investigación de la comisión antimonopolio. Si bien el poder de las telcos dominantes es reconocido, en el dictamen se lo tuvo que demostrar para justificar la exigencia de desinversión. Lo que sigue son las principales datos por segmento de mercado:
- Telefonía fija local. En sus antiguas regiones de exclusividad, Telefónica y Telecom detentan el 80 por ciento del mercado individualmente y si se toma en cuenta el número de líneas en servicio entre ambas concentran el 90 por ciento a nivel nacional. El análisis por localidad tampoco arroja diferencias significativas, pues las zonas donde hay “alta competencia” son apenas seis y representan el uno por ciento del total de líneas registradas en todo el país.
- Acceso minorista a Internet. Telefónica y Telecom concentran más del 72 por ciento de los abonados. Además, se aclara que en los últimos años ambas firmas incrementaron en forma notoria su participación en el mercado de acceso a Internet de banda ancha por ISP. Desde 2003, Telefónica pasó del 15 al 31 por ciento y Telecom del 11,5 al 28,3 por ciento. “Los efectos horizontales de la operación en este mercado resultan preocupantes desde el punto de vista de la competencia”, remarca el dictamen.
- Acceso mayorista a Internet. Ambas firmas son las únicas oferentes de este servicio. Según la CNDC, hasta ahora existe “algún grado de competencia” que se refleja en la evolución cambiante en las participaciones de la facturación, pero si la operación de concentración se hubiese aprobado ambas firmas hubieran consolidado una oferta monopólica.
- Larga distancia nacional e internacional. En el dictamen se relevó el número de llamadas salientes cursadas en diciembre de 2008 para el servicio de larga distancia nacional y la cantidad de minutos salientes para larga distancia internacional. En el primer caso, ambas empresas concentraron el 58 por ciento y en el segundo caso el 70 por ciento. Además se aclara que la información podría estar subestimada entre un 3 y 4 por ciento en ambos segmentos porque la participación de la compañía de celulares Personal no fue computada.
- Impacto potencial de la convergencia. Si bien en telefonía fija y otros servicios que las utilizan como insumo los precios para las empresas dominantes están regulados, los servicios más relevantes en lo que refiere a la proyección del negocio (Internet y los futuros servicios de IPTV) no lo están. Sin embargo, en el dictamen se aclara que el control del 90 por ciento de las líneas, sumado a las redes troncales y enlaces locales conforma un mercado fuertemente concentrado y difícilmente desafiable por otras empresas.
- Servicios minoristas corporativos. Telefónica y Telecom concentran el 57 por ciento de un mercado que contempla servicios como transmisión de voz y datos punto a punto.
- Telefonía pública. Telefónica controlaba en diciembre del año pasado el 62,8 por ciento del mercado y Telecom el 30,1 por ciento. Por lo cual, entre ambas llegarían al 93 por ciento. Además, no sólo tienen la mayor red de locutorios y teléfonos de vía pública sino también el control de la infraestructura de última milla que necesita la competencia para brindar este negocio.
- Telefonía móvil. El dictamen destaca que el grado de concentración en el mercado resulta alto, incluso sin necesidad de sumar la facturación de las firmas. Movistar suma el 34 por ciento de la facturación y Personal el 29 por ciento. Por lo tanto, en conjunto adquirirían “poder de mercado suficiente para restringir la oferta y aumentar el precio del bien que se comercializa”.
El informe aclara que las posibilidades que tiene un cliente para cambiar de empresa están muy limitadas por dos motivos: 1) al no haberse implementado la portabilidad numérica el “costo” de cambiar es la pérdida del número telefónica, y 2) la cantidad de clientes que podría abastecer un operador (manteniendo la calidad mínima exigible) está limitada por las condiciones de acumulación y reutilización del espectro radioeléctrico, el cual en la actualidad se encuentra en sus máximos niveles. Esto significa que si un operador dominante decidiera subir los precios su competidor no estaría en condiciones técnicas de absorber una demanda adicional de magnitud tal para lograr disciplinar los precios. Por último, la CNDC advierte sobre el riesgo que supone el denominado “efecto de red” consistente en ofrecer descuentos a los que llaman a otros números de la misma empresa.
Nos vemos
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