Poder Ciudadano y Nazarena Vélez
La fundación Poder Ciudadano, sucursal local de Transparency International, ha hablado a través de sus comunicados de prensa. Cosa seria. Para los integrantes de la ong Poder Ciudadano, Argentina es uno de los países más corruptos de la Tierra. No hay transparencia, al parecer.
La “transparencia” es un tópico de la globalización (como el derrame, el humor de los mercados, los países emergentes y las oportunidades laborales) del cual esa fundación u ong tiene el franchising exclusivo en nuestro país. No es lo mismo transparencia que transparencias.
Para la primera, que se refiere a las acciones de los gobiernos, la palabra autorizada la tiene Poder Ciudadano. Pero haciendo uso de mi libertad de elegir, yo me quedo con las transparencias de Nazarena Vélez en ropa interior.
Como nos enteramos de ambas a través de los medios de comunicación, hasta Eduardo Aliverti diría que tienen mucho de ilusorio. Puedo espiarlas de vez en cuando desde la pantalla, es cierto, pero nunca serán enteramente mías. Me queda la sospecha de que ocultan más de lo que muestran, aunque en Nazarena Vélez, velar, disimular lo que parece transparentarse, se parezca más a una virtud y a un acicate que a un auténtico ocultamiento. El Bombón Asesino, en cambio, no oculta nada y merece nuestra indiferencia. La ong Poder Ciudadano eligió llegar a la fama mediática midiendo “transparencia”.
Pudo haberse dedicado a preservar el ecosistema del tangará, un pajarito en extinción; a proteger las vidas infantiles frente a los semáforos en rojo, o a cualquier otra causa noble de esas que alientan universalmente a las fundaciones y a las personas sensibles de Barrio Parque.
Según Poder Ciudadano, la transparencia ha sido medida. Medir es cosa seria. Desde que se colocaron los primeros relojes en las torres, durante la última Edad Media, la Modernidad ha llevado a la perfección el arte de medir, aunque mejor podríamos decir, a su paroxismo. Medir es muy útil, pero también se ha convertido en una manía, en una tontería, y puede llegar a ser una enfermedad sumamente peligrosa.
Si colocáramos una sobre otra todas las hamburguesas despachadas por MacDonald’s, tendríamos una viaje ida y vuelta a la Luna sin salir de casa. ¿Si ponemos uno sobre otro a los 655 mil muertos en Irak en el último año a raíz de la invasión, dónde llegaríamos? ¿Podríamos circunvalar la Tierra por el Ecuador? ¿Unir Buenos Aires con Caracas? ¿Y si en el medio se nos cruza un camionero alcoholizado?
El colmo de las mediciones es la percepción de los expertos de Poder Ciudadano sobre la corrupción. En rigor, esos expertos opinan sobre las opiniones de Transparency International, cuyos expertos, verdaderos frenólogos, han recogido las opiniones de “todo el mundo”.
Como esas opiniones tienen todas las características organolépticas de la “certificación” o “declaración jurada”, vale la pena detenerse en un par de cosas: En primer lugar, no soy un corrupto, ni apaño la corrupción. En segundo lugar, ¿qué organismo certifica el nivel de transparencia de Poder Ciudadano? ¿Y si ese organismo existiera, quién podría vigilar su grado de transparencia? Dios, sin duda. O Lilita Carrió. O los grupos multinacionales que financian a Poder Ciudadano, como la Fundación Ford, Microsoft, la USAID, la Fundación K.
Adenauer, la ultraliberal Fundación Antorchas, Telefónica, Repsol, Telecom, Young & Rubicam, etc., que se nos presentan como lo más parecido a Dios en estos días. Hay un tercer punto: según Poder Ciudadano, “en todo el mundo, Argentina continúa siendo vista como uno de los países más corruptos del planeta”.
Desde Fray Gerundio en adelante, los que intentamos escribir sabemos, aunque con frecuencia se nos escapa, que el gerundio tiende a expresar lo ampuloso, exagerado, redundante y afectado. ¿“Todo el mundo”, o la Fundación Ford, Microsoft, la USAID, la Fundación K. Adenauer, la ultraliberal Fundación Antorchas, Telefónica, Repsol, Telecom, Young & Rubicam? Poder Ciudadano podría cambiar su nombre: Fundación Gerundiando.
“...Continúa siendo vista” suena horrible, pero ¿desde cuando “es vista”? Nunca entendí por qué se mide la transparencia gubernamental y no la privada. ¿Hay acaso algo más “opaco” que una sociedad anónima? ¿Qué tan transparente es Poder Ciudadano? ¿Por qué se la financia tan generosamente? ¿Con qué método transparente se eligen, re-eligen y re-re-eligen sus autoridades? ¿Quién la eligió para medir la transparencia? Hay una explicación: altri tempi, el Banco Mundial llegó a la conclusión de que los países subdesarrollados, atrasados o dependientes, lo eran por la corrupción de sus gobiernos.
Fue, recuerden, cuando comenzaron a caer los gobiernos civiles, cuando llegaban los tanques. ¿Quién audita transparentemente sus fondos transparentes? El gobierno de Argentina puede, efectivamente, ser muy corrupto, pero Poder Ciudadano se cuida de dar precisiones y sólo menciona “percepción”, que es como la “percepción de inseguridad” que siente Mariano Grondona todas las noches del domingo.
Luego de percibir, sentir u opinar, Poder Ciudadano coloca a Argentina en un ranking, como no podría ser de otra manera, y la califica -entre 163 países, en el lugar número 93- con 2.9 puntos, en una escala de uno a diez. Aplazada, a marzo. EEUU sacó 7.3 y pasó de año. Y no es que “todo el mundo” haya respondido mal a preguntas tales como: ¿de qué color era el caballo blanco de San Martín? o ¿cuál es la capital de Jujuy? No.
“Todo el mundo”, es decir, la gente común de Madagascar, Eritrea, Bélgica o Turkmenistán está muy molesta porque en Argentina suceden estas cosas: “Existen fondos fiduciarios sin control”, “La reforma al Consejo de la Magistratura impactó negativamente en la independencia del Poder Judicial”, “Se debilitaron los órganos de control”, “Las reelecciones indefinidas facilitan las oportunidades para la corrupción”, “Hay inacción y retraso en la cobertura de las dos vacantes de la Corte Suprema”.
Ayer mismo, en un bar de Damasco, un grupo de personas indignadas se preguntaba por esta última cuestión: ¿cómo es que no designan a los dos jueces faltantes? Eran naturales de Yabrud, el pueblo donde nacieron los Menem, los Al-Kassar, los Yabrán.
Es gente simple, pastores en su mayoría, o pequeños agricultores de la amapola, que extrañan esos años de per saltum, de rebalanceo de tarifas telefónicas, de que no hubiera asociación ilícita en la venta de armas a Croacia. Uno de ellos, de nombre Ibrahim, afirmó que tenía candidatos para los dos cargos vacantes: -Stinfale, Telleldín, Piotti, Llermanos, Cúneo Libarona, Nazareno -dijo, champurreando el castellano.
Con ser cierta la crítica sobre la reelección indefinida, lo del debilitamiento de los órganos de control y la reforma al Consejo de la Magistratura parecen chiste.
Cuando una ong financiada por Telefónica y Telecom, entre otras, sostiene que se debilitaron los órganos de control, ¿se estará refiriendo a los entes reguladores que no controlaban nada? ¿O es que se sienten poco controladas? El Consejo de la Magistratura no fue creado para transparentar al Poder Judicial sino para repartírselo con el Pacto de Olivos.
¿Hoy en día el Poder Judicial es menos transparente respecto de que otra época? Y hay más.
Los expertos de Poder Ciudadano deben saber que cuando se mide, se deben comparar series homogéneas. Si el metro del ferretero no es igual a la placa de iridio-platino depositada en la Oficina de Pesas y Medidas, o no equivale a la longitud de trayecto recorrido en el vacío por la luz durante una fracción equivalente a 1/299 792 458 de segundo, nos está robando o es un mal comerciante.
¿Cómo comparar esos oscuros fideicomisos argentinos con las multimillonarias contrataciones ilegales de Halliburton y Bechtel en Irak, con la quiebra de la Enron, con la estafa planetaria de los 800 millones de muertos que produciría la gripe aviar, y que beneficiaron por igual a Rumsfeld y Roche, o con el lavado de dinero del Citicorp? Sin embargo, EEUU se sacó un 7.3 y Argentina un modesto 2.9. Hasta los paraísos fiscales del Caribe nos ganaron.
¿Y quién fue el abanderado de Poder Ciudadano, el primero de la clase y el que se ganó el viaje a Bariloche (ojo con los micros de dos pisos y los coordinadores psicópatas)? Finlandia, dueña de Botnia.
Me quedo con las transparencias de Nazarena Vélez, aunque sean ilusorias.
La “transparencia” es un tópico de la globalización (como el derrame, el humor de los mercados, los países emergentes y las oportunidades laborales) del cual esa fundación u ong tiene el franchising exclusivo en nuestro país. No es lo mismo transparencia que transparencias.
Para la primera, que se refiere a las acciones de los gobiernos, la palabra autorizada la tiene Poder Ciudadano. Pero haciendo uso de mi libertad de elegir, yo me quedo con las transparencias de Nazarena Vélez en ropa interior.
Como nos enteramos de ambas a través de los medios de comunicación, hasta Eduardo Aliverti diría que tienen mucho de ilusorio. Puedo espiarlas de vez en cuando desde la pantalla, es cierto, pero nunca serán enteramente mías. Me queda la sospecha de que ocultan más de lo que muestran, aunque en Nazarena Vélez, velar, disimular lo que parece transparentarse, se parezca más a una virtud y a un acicate que a un auténtico ocultamiento. El Bombón Asesino, en cambio, no oculta nada y merece nuestra indiferencia. La ong Poder Ciudadano eligió llegar a la fama mediática midiendo “transparencia”.
Pudo haberse dedicado a preservar el ecosistema del tangará, un pajarito en extinción; a proteger las vidas infantiles frente a los semáforos en rojo, o a cualquier otra causa noble de esas que alientan universalmente a las fundaciones y a las personas sensibles de Barrio Parque.
Según Poder Ciudadano, la transparencia ha sido medida. Medir es cosa seria. Desde que se colocaron los primeros relojes en las torres, durante la última Edad Media, la Modernidad ha llevado a la perfección el arte de medir, aunque mejor podríamos decir, a su paroxismo. Medir es muy útil, pero también se ha convertido en una manía, en una tontería, y puede llegar a ser una enfermedad sumamente peligrosa.
Si colocáramos una sobre otra todas las hamburguesas despachadas por MacDonald’s, tendríamos una viaje ida y vuelta a la Luna sin salir de casa. ¿Si ponemos uno sobre otro a los 655 mil muertos en Irak en el último año a raíz de la invasión, dónde llegaríamos? ¿Podríamos circunvalar la Tierra por el Ecuador? ¿Unir Buenos Aires con Caracas? ¿Y si en el medio se nos cruza un camionero alcoholizado?
El colmo de las mediciones es la percepción de los expertos de Poder Ciudadano sobre la corrupción. En rigor, esos expertos opinan sobre las opiniones de Transparency International, cuyos expertos, verdaderos frenólogos, han recogido las opiniones de “todo el mundo”.
Como esas opiniones tienen todas las características organolépticas de la “certificación” o “declaración jurada”, vale la pena detenerse en un par de cosas: En primer lugar, no soy un corrupto, ni apaño la corrupción. En segundo lugar, ¿qué organismo certifica el nivel de transparencia de Poder Ciudadano? ¿Y si ese organismo existiera, quién podría vigilar su grado de transparencia? Dios, sin duda. O Lilita Carrió. O los grupos multinacionales que financian a Poder Ciudadano, como la Fundación Ford, Microsoft, la USAID, la Fundación K.
Adenauer, la ultraliberal Fundación Antorchas, Telefónica, Repsol, Telecom, Young & Rubicam, etc., que se nos presentan como lo más parecido a Dios en estos días. Hay un tercer punto: según Poder Ciudadano, “en todo el mundo, Argentina continúa siendo vista como uno de los países más corruptos del planeta”.
Desde Fray Gerundio en adelante, los que intentamos escribir sabemos, aunque con frecuencia se nos escapa, que el gerundio tiende a expresar lo ampuloso, exagerado, redundante y afectado. ¿“Todo el mundo”, o la Fundación Ford, Microsoft, la USAID, la Fundación K. Adenauer, la ultraliberal Fundación Antorchas, Telefónica, Repsol, Telecom, Young & Rubicam? Poder Ciudadano podría cambiar su nombre: Fundación Gerundiando.
“...Continúa siendo vista” suena horrible, pero ¿desde cuando “es vista”? Nunca entendí por qué se mide la transparencia gubernamental y no la privada. ¿Hay acaso algo más “opaco” que una sociedad anónima? ¿Qué tan transparente es Poder Ciudadano? ¿Por qué se la financia tan generosamente? ¿Con qué método transparente se eligen, re-eligen y re-re-eligen sus autoridades? ¿Quién la eligió para medir la transparencia? Hay una explicación: altri tempi, el Banco Mundial llegó a la conclusión de que los países subdesarrollados, atrasados o dependientes, lo eran por la corrupción de sus gobiernos.
Fue, recuerden, cuando comenzaron a caer los gobiernos civiles, cuando llegaban los tanques. ¿Quién audita transparentemente sus fondos transparentes? El gobierno de Argentina puede, efectivamente, ser muy corrupto, pero Poder Ciudadano se cuida de dar precisiones y sólo menciona “percepción”, que es como la “percepción de inseguridad” que siente Mariano Grondona todas las noches del domingo.
Luego de percibir, sentir u opinar, Poder Ciudadano coloca a Argentina en un ranking, como no podría ser de otra manera, y la califica -entre 163 países, en el lugar número 93- con 2.9 puntos, en una escala de uno a diez. Aplazada, a marzo. EEUU sacó 7.3 y pasó de año. Y no es que “todo el mundo” haya respondido mal a preguntas tales como: ¿de qué color era el caballo blanco de San Martín? o ¿cuál es la capital de Jujuy? No.
“Todo el mundo”, es decir, la gente común de Madagascar, Eritrea, Bélgica o Turkmenistán está muy molesta porque en Argentina suceden estas cosas: “Existen fondos fiduciarios sin control”, “La reforma al Consejo de la Magistratura impactó negativamente en la independencia del Poder Judicial”, “Se debilitaron los órganos de control”, “Las reelecciones indefinidas facilitan las oportunidades para la corrupción”, “Hay inacción y retraso en la cobertura de las dos vacantes de la Corte Suprema”.
Ayer mismo, en un bar de Damasco, un grupo de personas indignadas se preguntaba por esta última cuestión: ¿cómo es que no designan a los dos jueces faltantes? Eran naturales de Yabrud, el pueblo donde nacieron los Menem, los Al-Kassar, los Yabrán.
Es gente simple, pastores en su mayoría, o pequeños agricultores de la amapola, que extrañan esos años de per saltum, de rebalanceo de tarifas telefónicas, de que no hubiera asociación ilícita en la venta de armas a Croacia. Uno de ellos, de nombre Ibrahim, afirmó que tenía candidatos para los dos cargos vacantes: -Stinfale, Telleldín, Piotti, Llermanos, Cúneo Libarona, Nazareno -dijo, champurreando el castellano.
Con ser cierta la crítica sobre la reelección indefinida, lo del debilitamiento de los órganos de control y la reforma al Consejo de la Magistratura parecen chiste.
Cuando una ong financiada por Telefónica y Telecom, entre otras, sostiene que se debilitaron los órganos de control, ¿se estará refiriendo a los entes reguladores que no controlaban nada? ¿O es que se sienten poco controladas? El Consejo de la Magistratura no fue creado para transparentar al Poder Judicial sino para repartírselo con el Pacto de Olivos.
¿Hoy en día el Poder Judicial es menos transparente respecto de que otra época? Y hay más.
Los expertos de Poder Ciudadano deben saber que cuando se mide, se deben comparar series homogéneas. Si el metro del ferretero no es igual a la placa de iridio-platino depositada en la Oficina de Pesas y Medidas, o no equivale a la longitud de trayecto recorrido en el vacío por la luz durante una fracción equivalente a 1/299 792 458 de segundo, nos está robando o es un mal comerciante.
¿Cómo comparar esos oscuros fideicomisos argentinos con las multimillonarias contrataciones ilegales de Halliburton y Bechtel en Irak, con la quiebra de la Enron, con la estafa planetaria de los 800 millones de muertos que produciría la gripe aviar, y que beneficiaron por igual a Rumsfeld y Roche, o con el lavado de dinero del Citicorp? Sin embargo, EEUU se sacó un 7.3 y Argentina un modesto 2.9. Hasta los paraísos fiscales del Caribe nos ganaron.
¿Y quién fue el abanderado de Poder Ciudadano, el primero de la clase y el que se ganó el viaje a Bariloche (ojo con los micros de dos pisos y los coordinadores psicópatas)? Finlandia, dueña de Botnia.
Me quedo con las transparencias de Nazarena Vélez, aunque sean ilusorias.
Mirko Vittelone, especial para Causa Popular
Nos vemos
Serie Think Tanks de Argentina publicados en el Club de los Filomatas
Serie Think Tanks de Argentina publicados en el Club de los Filomatas
Comentarios
me quedé sin palabras
un beso
Mención para Nazarena...
http://splaza.blogspot.com
http://comandomegafon.blogspot.com
Un abrazo.