La censura en Argentina
El compañero Diego F. fue censurado. La trascendencia de esta arbitraria decisión generó la adhesión de todos, o casi todos y trae a la luz el concepto que históricamente fue protagonista de Argentina. Más aún, quienes escribimos en nuestras bitácoras tenemos la posibilidad de moderar los comentarios de acuerdo a patrones que nosotros establecemos o dejarlo librado al criterio de quien escribe comentarios de nuestras entradas apelando al sentido común. De alguna manera, los que escribimos en blog hacemos periodismo de entre casa; otros, más experimentados tienen pluma fina para ello, y lo demuestran con sus escritos.
El próximo 7 de Junio es el día del periodista y me pareció interesante acercar a modo de reflexión lo que piensa Gabriel Fernández, director de la revista Question Latinamericana, sobre este tema, con un párrafo especial los jóvenes periodistas.
"En los últimos meses, he tenido la oportunidad de renovar el diálogo con jóvenes generaciones de estudiantes de periodismo y con realizadores de medios populares. Son hermosos momentos en los cuales se pueden escuchar las inquietudes y las aspiraciones de los pibes que van llegando a este oficio — profesión, como lo definiera limpiamente Juan Salinas.
Hay de todo. Están los que piensan difundir tremendas investigaciones en los grandes medios. Están los que apuntan hacia la alternatividad. Están los que prefieren el periodismo insitucional. Y los que anhelan un buen empleo, venga de donde venga. Están, claro, los que ni siquiera sospechan de qué se trata todo esto ni conocen el rumbo que van a seguir.
El futuro de estos chicos es incierto, porque el mismo depende de su propia formación integral, de su talento a la hora de plasmar informaciones y conceptos, del rumbo nacional y del desarrollo comunicacional argentino en varios sentidos. ¿Quién sabe?
Si ingresan a los grandes medios algunos les dirán que se vendieron. Otros, que así se hace, pibe.
Si elaboran medios alternativos o populares les dirán que no tienen capacidad. Otros, que dicen la verdad.
Si trabajan bien en alguno de los dos espacios pero no se dan a conocer, les dirán que son periodistas grises. Sus padres y amigos preguntarán ¿nene, nunca vas salir en la tele, qué clase de periodista sos?
Si trabajan bien en alguno de los dos espacios y logran reconocimiento, les dirán que son jetones o caretas. Sus padres y amigos preguntarán ¿che, vos salís con la directora, o te hiciste amigo de algún capo?
Si se comen maniobras comunicacionales varios les dirán que son de los servicios. Otros, que dan en el clavo.
Si rechazan maniobras comunicacionales les dirán que se aíslan y hablan para pocos. Algunos, que baten la justa.
Si se corrompen algunos les dirán corruptos y otros, grandes señores.
Si no se corrompen algunos les dirán tontos y otros, compañeros.
Si se suman a causas populares varios es dirán que son fracasados o traen malas ondas. Algunos, les dirán luchadores.
Si se suman a causas antipopulares algunos les dirán que son traidores. Muchos, los señalarán como triunfadores.
Si ganan mucho les dirán que han dañado a colegas más talentosos. Otros, que se lo merecen.
Si ganan poco les dirán que resultaron ineptos. Algunos, que pobres pero honrados.
Por eso, y por muchas cosas más, tal vez lo mejor sea aprender a aprender, no escuchar el rumor innecesario, conocer la realidad a fondo, desarrollar las inquietudes y los talentos propios, saberse un trabajador, sentirse argentino y latinoamericano, respetar al público y a los colegas y, llueva o truene, seguir adelante dentro de las convicciones que se sustentan. Estos factores se pueden desplegar, con dificultad, en cualquiera de las opciones planteadas. Recibirán críticas impiadosas. Y reconocimientos inesperados. Aunque a simple vista no lo parezca."
Nos vemos
El próximo 7 de Junio es el día del periodista y me pareció interesante acercar a modo de reflexión lo que piensa Gabriel Fernández, director de la revista Question Latinamericana, sobre este tema, con un párrafo especial los jóvenes periodistas.
"En los últimos meses, he tenido la oportunidad de renovar el diálogo con jóvenes generaciones de estudiantes de periodismo y con realizadores de medios populares. Son hermosos momentos en los cuales se pueden escuchar las inquietudes y las aspiraciones de los pibes que van llegando a este oficio — profesión, como lo definiera limpiamente Juan Salinas.
Hay de todo. Están los que piensan difundir tremendas investigaciones en los grandes medios. Están los que apuntan hacia la alternatividad. Están los que prefieren el periodismo insitucional. Y los que anhelan un buen empleo, venga de donde venga. Están, claro, los que ni siquiera sospechan de qué se trata todo esto ni conocen el rumbo que van a seguir.
El futuro de estos chicos es incierto, porque el mismo depende de su propia formación integral, de su talento a la hora de plasmar informaciones y conceptos, del rumbo nacional y del desarrollo comunicacional argentino en varios sentidos. ¿Quién sabe?
Si ingresan a los grandes medios algunos les dirán que se vendieron. Otros, que así se hace, pibe.
Si elaboran medios alternativos o populares les dirán que no tienen capacidad. Otros, que dicen la verdad.
Si trabajan bien en alguno de los dos espacios pero no se dan a conocer, les dirán que son periodistas grises. Sus padres y amigos preguntarán ¿nene, nunca vas salir en la tele, qué clase de periodista sos?
Si trabajan bien en alguno de los dos espacios y logran reconocimiento, les dirán que son jetones o caretas. Sus padres y amigos preguntarán ¿che, vos salís con la directora, o te hiciste amigo de algún capo?
Si se comen maniobras comunicacionales varios les dirán que son de los servicios. Otros, que dan en el clavo.
Si rechazan maniobras comunicacionales les dirán que se aíslan y hablan para pocos. Algunos, que baten la justa.
Si se corrompen algunos les dirán corruptos y otros, grandes señores.
Si no se corrompen algunos les dirán tontos y otros, compañeros.
Si se suman a causas populares varios es dirán que son fracasados o traen malas ondas. Algunos, les dirán luchadores.
Si se suman a causas antipopulares algunos les dirán que son traidores. Muchos, los señalarán como triunfadores.
Si ganan mucho les dirán que han dañado a colegas más talentosos. Otros, que se lo merecen.
Si ganan poco les dirán que resultaron ineptos. Algunos, que pobres pero honrados.
Por eso, y por muchas cosas más, tal vez lo mejor sea aprender a aprender, no escuchar el rumor innecesario, conocer la realidad a fondo, desarrollar las inquietudes y los talentos propios, saberse un trabajador, sentirse argentino y latinoamericano, respetar al público y a los colegas y, llueva o truene, seguir adelante dentro de las convicciones que se sustentan. Estos factores se pueden desplegar, con dificultad, en cualquiera de las opciones planteadas. Recibirán críticas impiadosas. Y reconocimientos inesperados. Aunque a simple vista no lo parezca."
Nos vemos
Comentarios
Me gustó el artículo.
Besos