Euro en peligro de extinguirse
¿El euro conspira contra la soberanía política de los países miembros de la Comunidad Europea? La crisis financiera en Grecia y la decisión de los ministros de Economía de los países de la zona euro de reflotar al país heleno con una inyección miles de millones de euros en los próximos tres años hacen hincapié en la importancia de la solidaridad de la Europa económica, pero también revelan sus límites. La pregunta que nos hacemos es ¿La zona euro podría disolverse? ¿Qué nos dice exactamente esta crisis sobre la unión económica de Europa?
Céline Antonin, economista especializada en la zona euro del Centro de Investigación Económica de Ciencias Política (OFCE), entiende que excluir a Grecia de la zona euro no resolvería el problema. En primer lugar, porque los textos no lo prevén. En segundo lugar, porque su deuda seguiría estando en euros, mientras que su moneda se devaluaría, con lo que ésta sería aún más pesada. En cambio, en la actualidad, el euro es una oportunidad para Grecia. Esta crisis económica es una de las peores a las que Europa ha tenido que enfrentarse en los últimos años; últimamente, las dificultades estaban más bien relacionadas con la política (la directiva Bolkestein, el Tratado de Lisboa, etc.). Todo depende del consenso que se alcance si los países de la zona euro son capaces de encontrarlo rápidamente, la zona euro saldrá engrandecida y se podría decir que ha evitado lo peor. No obstante, los retrasos diplomáticos son, sin duda, un duro golpe para la zona euro y la Unión Europea, o incluso un rechazo.
La crisis griega ha puesto de manifiesto profundas divisiones: Alemania todavía no ha renunciado a la política basada en un euro fuerte y las diferencias entre los Estados que cumplen con el pacto de estabilidad y los que se alejan demasiado son muy grandes. Básicamente, lo que dejan ver las reacciones en cadena provocadas por la crisis griega es que existe una zona euro que avanza a velocidades diferentes.
De hecho, el euro está en peligro de extinción y con este fracaso es toda Europa la que fracasa. Alemania, lanzó ayer una ofensiva muy fuerte para evitar la especulación financiera, aumentando los controles a ciertos productos financieros lo que se traduce en mercados inestables.
La Jefa de Gobierno de Alemania con mucha dureza manifestó en la Bundestag (Camara Baja) "la unión monetaria es una comunidad que comparte el mismo destino, por lo que se trata de proteger la idea de Europa que enfrenta una prueba histórica". Argentina, que de esto sabe mucho, en una larga exposición de la Presidente ante empresarios y funcionarios españoles contó el antes, durante y después de la mega-crisis provocada por el neoliberalismo en la nueva década infame (1990)
El salvataje político del euro implica el desarrollo en todos los países miembros, de una "nueva cultura de estabilidad; porque si no enfrentamos este peligro, las consecuencias para Europa serán incalculables, así como las consecuencias fuera de Europa. Las consecuencias políticas no son ni siquiera imaginables" ha expresado Angela Merkel.
Las medidas financieras (ver Cavallo 2001, corralito, corralón) a que hicimos referencia que lanzó la autoridad alemana de mercados financieros (BaFin) señalan la prohibición de la especulación a la baja contra varios productos financieros, principalmente los títulos de deuda de los 16 Estados de la eurozona, hasta el 31 de marzo de 2011. El BaFin justificó la medida por la "extraordinaria volatilidad de los títulos de deuda de Estados de la zona euro", que podría "poner en peligro la estabilidad del conjunto del sector financiero". Según el presidente de la autoridad, Jochen Snio, el riesgo era "concreto e inmediato".
Estas operaciones especulativas, conocidas en inglés como short selling, permiten a los operadores bursátiles vender en los mercados un título que ni poseen ni han pedido prestado, especulando con que su valor caerá, para luego comprarlo a un precio más bajo y así embolsarse la diferencia.
Además de los títulos de deuda soberana, la prohibición del regulador alemán afecta la especulación a la baja contra algunos tipos de CDS ( Credit default swaps , seguros contra impago en caso de que un país o una empresa quiebren), y las acciones de diez instituciones financieras (bancos y seguros). La medida sacudió a las bolsas europeas y a la moneda común. La Bolsa de Milán perdió el 3,45%, Londres, el 2,81%, Fráncfort, el 2,72%, París, el 2,92%, Madrid, el 2,61% y Lisboa, el 1,92% El euro, que abrió a 1,2196 dólares, cayó a 1,2184 dólares luego del anuncio de Berlín, para luego lograr recuperarse y estabilizarse en alrededor de 1,23 dólares. Durante la jornada, la moneda europea subió también por los rumores -desmentidos por Atenas- de que Grecia podría abandonar la UE.
La decisión del gobierno alemán de imponer unilateralmente prohibiciones financieras fue un verdadero shock para los mercados, desatando nuevas sospechas sobre la efectiva solidez de Europa, aunque hoy, los mercados empezaron en alza.
Según la prensa y numerosos analistas, la decisión del BaFin está dictada por consideraciones de política interior. El gobierno liberal-conservador de Merkel ha prometido actuar en favor de una mayor regulación financiera de aquí a la próxima cumbre del G-20 a fines de junio en Toronto (Canadá), una manera de recuperar su prestigio ante una opinión pública que vio con muy malos ojos la contribución alemana al plan de ayuda a Grecia. Alemania fue el país que más pagó para salvar a los griegos de la bancarrota y ahora su gobierno quiere fijar pautas para no tener que volver a hacerlo.
Europa y su crisis, Argentina y su experiencia, dos perspectivas para analizar no solo el futuro político nacional sino la integración latinoamericana, aunque los amigos de La Nación narren de una manera peyorativa la exposición de la Presidente y digan que se desentiende de la política exterior.
Nos vemos
Céline Antonin, economista especializada en la zona euro del Centro de Investigación Económica de Ciencias Política (OFCE), entiende que excluir a Grecia de la zona euro no resolvería el problema. En primer lugar, porque los textos no lo prevén. En segundo lugar, porque su deuda seguiría estando en euros, mientras que su moneda se devaluaría, con lo que ésta sería aún más pesada. En cambio, en la actualidad, el euro es una oportunidad para Grecia. Esta crisis económica es una de las peores a las que Europa ha tenido que enfrentarse en los últimos años; últimamente, las dificultades estaban más bien relacionadas con la política (la directiva Bolkestein, el Tratado de Lisboa, etc.). Todo depende del consenso que se alcance si los países de la zona euro son capaces de encontrarlo rápidamente, la zona euro saldrá engrandecida y se podría decir que ha evitado lo peor. No obstante, los retrasos diplomáticos son, sin duda, un duro golpe para la zona euro y la Unión Europea, o incluso un rechazo.
La crisis griega ha puesto de manifiesto profundas divisiones: Alemania todavía no ha renunciado a la política basada en un euro fuerte y las diferencias entre los Estados que cumplen con el pacto de estabilidad y los que se alejan demasiado son muy grandes. Básicamente, lo que dejan ver las reacciones en cadena provocadas por la crisis griega es que existe una zona euro que avanza a velocidades diferentes.
De hecho, el euro está en peligro de extinción y con este fracaso es toda Europa la que fracasa. Alemania, lanzó ayer una ofensiva muy fuerte para evitar la especulación financiera, aumentando los controles a ciertos productos financieros lo que se traduce en mercados inestables.
La Jefa de Gobierno de Alemania con mucha dureza manifestó en la Bundestag (Camara Baja) "la unión monetaria es una comunidad que comparte el mismo destino, por lo que se trata de proteger la idea de Europa que enfrenta una prueba histórica". Argentina, que de esto sabe mucho, en una larga exposición de la Presidente ante empresarios y funcionarios españoles contó el antes, durante y después de la mega-crisis provocada por el neoliberalismo en la nueva década infame (1990)
El salvataje político del euro implica el desarrollo en todos los países miembros, de una "nueva cultura de estabilidad; porque si no enfrentamos este peligro, las consecuencias para Europa serán incalculables, así como las consecuencias fuera de Europa. Las consecuencias políticas no son ni siquiera imaginables" ha expresado Angela Merkel.
Las medidas financieras (ver Cavallo 2001, corralito, corralón) a que hicimos referencia que lanzó la autoridad alemana de mercados financieros (BaFin) señalan la prohibición de la especulación a la baja contra varios productos financieros, principalmente los títulos de deuda de los 16 Estados de la eurozona, hasta el 31 de marzo de 2011. El BaFin justificó la medida por la "extraordinaria volatilidad de los títulos de deuda de Estados de la zona euro", que podría "poner en peligro la estabilidad del conjunto del sector financiero". Según el presidente de la autoridad, Jochen Snio, el riesgo era "concreto e inmediato".
Estas operaciones especulativas, conocidas en inglés como short selling, permiten a los operadores bursátiles vender en los mercados un título que ni poseen ni han pedido prestado, especulando con que su valor caerá, para luego comprarlo a un precio más bajo y así embolsarse la diferencia.
Además de los títulos de deuda soberana, la prohibición del regulador alemán afecta la especulación a la baja contra algunos tipos de CDS ( Credit default swaps , seguros contra impago en caso de que un país o una empresa quiebren), y las acciones de diez instituciones financieras (bancos y seguros). La medida sacudió a las bolsas europeas y a la moneda común. La Bolsa de Milán perdió el 3,45%, Londres, el 2,81%, Fráncfort, el 2,72%, París, el 2,92%, Madrid, el 2,61% y Lisboa, el 1,92% El euro, que abrió a 1,2196 dólares, cayó a 1,2184 dólares luego del anuncio de Berlín, para luego lograr recuperarse y estabilizarse en alrededor de 1,23 dólares. Durante la jornada, la moneda europea subió también por los rumores -desmentidos por Atenas- de que Grecia podría abandonar la UE.
La decisión del gobierno alemán de imponer unilateralmente prohibiciones financieras fue un verdadero shock para los mercados, desatando nuevas sospechas sobre la efectiva solidez de Europa, aunque hoy, los mercados empezaron en alza.
Según la prensa y numerosos analistas, la decisión del BaFin está dictada por consideraciones de política interior. El gobierno liberal-conservador de Merkel ha prometido actuar en favor de una mayor regulación financiera de aquí a la próxima cumbre del G-20 a fines de junio en Toronto (Canadá), una manera de recuperar su prestigio ante una opinión pública que vio con muy malos ojos la contribución alemana al plan de ayuda a Grecia. Alemania fue el país que más pagó para salvar a los griegos de la bancarrota y ahora su gobierno quiere fijar pautas para no tener que volver a hacerlo.
Europa y su crisis, Argentina y su experiencia, dos perspectivas para analizar no solo el futuro político nacional sino la integración latinoamericana, aunque los amigos de La Nación narren de una manera peyorativa la exposición de la Presidente y digan que se desentiende de la política exterior.
Nos vemos
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Un abrazo.