Deuda externa, el robo del siglo - 3

El Punto Final de la Investigación

El 4 de Diciembre de 1986, siendo presidente José Luís Machinea, la gerencia del sector externo del BCRA elaboró el informe Nº 480/161, modificatorio de la resolución 340 (que sirvió de marco para el comienzo del proceso de verificar la deuda externa argentina.) Con la investigación iniciada en 1984, luego de tantas idas y venidas, salieron varias cosas a la luz: 1) Nunca se impulsó la inspección de la totalidad de la deuda, sino manejarse con un muestreo acotado y digitado desde arriba; 2) el espíritu de la resolución 340 -severo por cierto- fue diluyéndose con el tiempo por una actitud indiferente y no carente de subjetividad por parte de las autoridades del BCRA; 3) el radicalismo siempre se opuso a la investigación por parte del Congreso de la Nación con el argumento que la autoridad natural para la investigación era el Banco Central; 4) los caminos elegidos y transitados por el gobierno de Alfonsín en materia de negociaciones con el FMI y los bancos acreedores del exterior, dejaron en claro que no existió voluntad de esclarecer la cuestión hasta las ultimas consecuencias.

Con todos los elementos al alcance de las manos, con pruebas contundentes recolectadas por los investigadores, la Gerencia de Estudios y Estadísticas del Sector Externo del Banco Central debería haberse encargado de ahorrarles miles de millones de dólares al pueblo. Sin embargo, decidió desatender los informes elevado por la Gerencia de Inspección de Entidades Financieras y en definitiva, a mediados de 1987 se había limitado a dar de baja deudas por cifras insignificantes [1]

El sector del BCRA llevó a la practica la amnistía pactada con FMI y sus socios locales. Además creó los instrumentos formales necesarios para que esa situación de hecho se acogiera a derecho.

Se creo un grupo de trabajo para dar soporte a esta estrategia, integrándolo con funcionarios que entraron al BCRA durante la dictadura de Martinez de Hoz y Videla y con algún especialista novel. El equipo -en el banco lo llamaban grupo de tareas- rápidamente generó el instrumento que pondría en la práctica el punto final a la investigación de la deuda externa privada; la pública ya es sabido, sigue hasta hoy, gozando de buena salud.

Los investigadores de la deuda de COGASCO, que también participaron de las negociaciones con esa firma, principal deudor externo del país (por entonces) produjeron el informe 480/161 del 04/12/1986, el que fue elevado al directorio del BCRA.

Algo sobre COGASCO. Así como la oligarquia y el capital extranjero tuvieron en el siglo 19 su punto de apoyo más importante en el control y propiedad de la tierra, el intento oligarquico de Martinez de Hoz tuvo en el control de las explotaciones petroleras y de gas uno de los pilares de su proyecto. COGASCO S.A. se constituyó en el país con el objetivo de realizar la construcción del gasoducto Centro-Oeste (Mendoza-Neuquen). Su casa matriz era la Nacap B.V. de Holanda. Para la realización de dicho gasoducto se recurrio al endeudamiento del exterior, un sindicato de bancos cuyo agente era el Amsterdam-Rotterdam Bank (Ambro Bank), el monto de la deuda ascendió a 918 millones de dáolres en concepto de capital. De dicha suma solo ingresaron al pais 292 millones de dólares, el resto (con un procedimiento que ya vimos antes), quedó en manos de Nacap en Holanda.

En esas cumbres al parecer miraron para otro lado. En lo formal, hasta fines de 1987 (J. L. Machinea, seguía siendo presidente del BCRA) el directorio aún no había aprobado el instrumento que aniquilaba cualquier intención auténticamente indagatoria. En la práctica, el informe 480/161 estaba siendo utilizado desde los primeros meses de esa año. Las investigaciones debían regirse por el. Eso quiere decir que los inspectores tenían prohibido encontrar ilícitos, ya que el único elemento que debían tener en cuanta era si las divisas entraron al país y comprobar la existencia de documentación correspondiente a los compromisos; ambos elementos no faltaban jamás en este tipo de operaciones.

La maniobra se realizaba de otra forma: fundamentalmente a través de los auto-prestamos, el desvío de los fondos hacia fines no declarados y mediante la utilización indiscriminada de seguros de cambio. Da la casualidad que estos tres aspectos, por decisión gerencial, a partir de Enero de 1987 no pudieron ser tenidos en cuenta para dar de baja una deuda.

El directorio del BCRA determinó que todo estaba bien: cada dolar que la oligarquía robó durante la dictadura, lo desembolsó el conjunto de los argentinos.

La documentación recolectada permiten contar hoy, con verdades documentadas. Llegará el tiempo en que se conviertan en pruebas condenatorias para quienes decidieron amnistiar a la oligarquía, poniéndole un punto final a la investigación de la deuda externa privada que, aunque parcial, recortada y manipulada, igual hubiera podido penalizar a gran cantidad de ilícitos y al amplísimo numero de responsables de la destrucción nacional que quedaron al descubierto.

Nos vemos

[1] El único caso importante fue el de COGASCO, pero no pudo contabilizarse porque como resultado de las negociaciones realizadas por los tecnócratas, el estado se hizo cargo de la deuda de esta empresa por un monto superior al que fue dado de baja.

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