Bancos provinciales, ¿herramientas para quien?

Los bancos provinciales no escaparon a la crisis desatada por las políticas neoliberales. En el año 1890/91, la Argentina experimentó una profunda crisis con características similares a las evidenciadas en la actualidad por las economías emergentes. Se trató de una crisis gemela. Se inició con un proceso de sustitución entre monedas (entre el peso papel y el peso oro), y luego continuó con corridas sobre los depósitos del público. La crisis culminó cuando se logró el ajuste en el mercado monetario, principalmente a través de la suba de los precios y la desaparición de los depósitos de la oferta monetaria.

El banco oficial de Santa Fe, no fue la excepción; de hecho, antes de ser vendido en un intento desesperado dio entrada a capitales privados, transformándose en una Sociedad de Economía Mixta, como lo es el Banco de La Pampa. Aquel intento, terminó en escándalo, hasta llegar a lo que es hoy, un sociedad anónima que poco le interesa el destino de los santafesinos; más allá claro, que -como herramienta provincial híbrida- captura todas la cuentas de los empleados públicos de la provincia y municipios.

Mientras en la provincia nos pasamos en acusaciones y contra-acusaciones sobre el proceso de privatización, en el país, el único banco provincial que queda en pié, dando muestras de solidez es el de la Provincia de Buenos Aires, el resto, como muestra el cuadro que elaboramos, son sociedades anónimas.

Esta es la reflexión de Daniel Scioli: Se vienen nuevos tiempos para la provincia de Buenos Aires, donde el rol de un Estado social y económicamente activo, articulando acciones con la iniciativa privada, deberán ser protagonistas de la búsqueda de desarrollo económico. Ello requiere preservar y mejorar la competitividad (con énfasis en la productividad), promoviendo la inversión, el pleno empleo y la inclusión social, profundizando la innovación tecnológica y la reconversión productiva para darle mayor valor agregado a nuestra producción. Sin duda este rumbo requiere, entre otros factores, una política de financiamiento que movilice el ahorro en un horizonte más largo, para alentar proyectos de inversión de escala y promover más empleo genuino. Como lo venimos haciendo hasta ahora, la política crediticia de nuestro Banco Provincia acompañará este nuevo desafío"

Binner tuvo la posibilidad de reestatizar el Banco de Santa Fe y no lo hizo.

Nos vemos,


PD.: Las cifras del cuadro están expresadas en millones de pesos

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